Asador GUREA Plentzia en Plentzia

El asador Gurea tiene mucha historia detrás, lo que siempre implica grandes cambios. En su plenitud, hace como 30 ańos disponía de pub en su piso más alto muy en la línea del estilo Mungia. Pequeño en tamaño pero equipado como una discoteca, con luces focos y pista de baile. Lo llevaba Casiano. En Plentzia existian más locales de ese tipo todos extinguidos. En su segunda planta un espacioso comedor en el que se comía y cenaba también hace mucho inactivo. Queda el bar propiamente dicho. Amplio, marinero, con su barra de pintxos, espacio para mesas y sillas en doble altura, cómodos aseos y... La parrilla exterior con su terraza donde se come muy bien. Es su punto fuerte pero sólo está activa en verano. Una pena.

Gracias a Estefanía, muy amable!

De más a menos, he ido tres veces, la primera increíble, la segunda muy mediocre y la tercera fatal, no volveré

Buenisimo todo lo que comimos, zamburiñas, mejillones y un rodaballo perfecto. Y Mari Jose, la encargada, un encanto. Volveremos siempre que estemos por aquí.

Comida ,servicio y ambiente excelente. Sólo la terraza exterior es pequeña y calurosa en verano., en días de calor recomiendo comer en el interior pues tiene aire acondicionado

Un asador de categoría José maneja las brasas como pocos y la atención de Mari Jose y su equipo te hacen sentir como en casa.

Comida a la brasa espectacular!! Todo muy bueno y sobre todo muy buen trato. Miguel de Ciudad Real. Gracias.

Comimos sardinas , croquetas, entrecot y pescado. Todo muy rico. Desde el principio el servicio atento , respetuoso y muy simpático. El pescado super fresco de temporada. La tarta de queso, fresca y muy rica, esponjosa! Volveremos!

Comida a la parrilla fresca y muy rica, atención al cliente excelente, recomendable para volver. La encargada muy amable

No les pongo 2 estrellas porque creo que eso sería como un suspenso, y tampoco creo que se lo merezcan. Estuvimos anteriormente en este asador antes de la pandemia, y era un sitio curioso, algo antiguo si queréis, pero con una lumbre y una atención sobresalientes. Volvimos este fin de semana pasado, y parece que han cambiado de dueños. El asador seguro que no era el mismo. Lo que si ha cambiado seguro es el trato y la comida. Mientras al resto de las mesas les trincharon el pescado, a nosotros nos lo dejaron en la mesa, y lo tuvimos que hacer nosotros. Al parecer eran conocidos ya en el restaurante, dado el compadreo que había entre ellos. Y la comida, pues sinceramente, justo para pasar el expediente. Unos tigres, un pulpo a la brasa con algún cacho "desmigado", y un rape a la parrilla, con una botella de txakoli, 131€. En fin, una experiencia "non grata". No creo que volvamos.