Asador de Antonio en Cuenca

Todo está muy rico superior muy buenas carnes y presentación

Riiiquisimo!!! Repito y sin duda siempre que voy a Cuenca, atentos y buen ambiente.

Comimos morteruelo, ajo arriero, cochinillo asado y paletilla de cordero lechal. Estaba todo muy bueno, pero el cochinillo fue lo mejor. Y la tarta de queso no hay que perdérselo.

Magnífica comida familiar. Comer cuatro personas dos raciones de cochillo, dos de chuletitas de lechal, ensalada, postres, siete cervezas y café por 122€ es un chollo. Si a eso le sumas una calidad fuera de toda duda y un ambiente y servicio muy bueno, eso es que estás en un muy buen restaurante. Es un local que sin campañas publicitarias lleva abierto un montón de años a un nivel espectacular.

Habíamos reservado para 4. Local pequeño pero acogedor, destaca el horno de leña en cuanto entras. Pedimos unos entrantes, Morteruelo, 1 Zarajo y pimientos rellenos de bacalao. Además habíamos reservado 1/4 de cochinillo y 1/4 de ternasco. Fue mucha comida y el ternasco sobró casi entero, aunque lo pedimos para llevar. Estaba todo riquísimo merece bastante la pena . Buenas relación calidad/precio. Sin duda repetiría.

Cenamos mi mujer y yo viernes 4 de julio. Habíamos reservado mesa. Atención magnífica, las recomendaciones que nos hicieron fueron muy acertadas. El entrecot excelente y las chuletitas de cordero de película . Totalmente recomendable el asador. Felicidades por un buen trabajo

Es el mejor restaurante de Cuenca con diferencia. Está ubicado a unos 10 minutos andando del casco histórico donde están las famosas casas colgantes, dispone de unas 10 mesas por lo que se recomienda reservar ya que se llena con facilidad. Disponen de una amplia carta de vinos tintos y blancos, como entrantes recomendamos el típico ajorriero de la zona que es una especie de humus de bacalao y ajo delicioso. Lo mejor con diferencia es su horno de piedra que funciona con leña, le da a la carne un sabor especial y allí comimos una de las mejores paletilla de cordero lechal de nuestra vida. La carne se desprendía con facilidad del hueso, el sabor exquisito gracias a la leña y al horno de piedra así que disfrutamos de una delicia gastronómica. La paletilla de cordero lechal con guarnición de patatas costó 27 euros. Los postres caseros deliciosos y el servicio atento y profesional.

Estuve comiendo aquí y si queréis cochinillo y/o paletilla de cordero se debe de encargar a la hora de hacer la reserva para evitar quedarse sin ella, yo soy intolerante al gluten, lactosa y clara de huevo y pedimos la ensalada mixta, gambas y almejas a la marinera (todo sin problemas aunque las almejas a la marinera llevan gluten ya que la salsa lleva harina de trigo, yo al sólo ser intolerante accedí), luego he de destacar que no tenían pan sin gluten, de vez en cuando a veces tienen pero se les había acabado, como sugerencia estaría bien que tengan stock de pan sin gluten, después de eso llegó el 1/4 de cochinillo que habíamos encargado, era grande y pone que es para 1/2 personas pero tres lo comen perfectamente, estaba muy rico y en su punto, la paletilla también dijeron que estaba muy bien aunque yo no la probé (pinta tenía), con el tema postres todos tenían gluten y lactosa por lo que no pude tomar ninguno (tampoco pregunté si había fruta pero la carta de postres no lo mostraba), lo recomiendo porque al final cumple su función de asador.

Pedimos pulpo estaba espectacular , súper blandito. De segundo pedimos su plato estrella , Cochino, nos dejó sin palabras. De postre la tarta de hojaldre es muy buena opción para compartir.

No fue fácil encontrar mesa ya que un viernes noche está a tope, pero nos hicieron un hueco para 2. El mejor cochinillo que he comido. Medio cochinillo es para tres buenos estómagos, pero lo que sobra, te lo puedes llevar a casa. Trato muy amable.