Asador Corrala del Carbon en Granada

El Corral del Carbón, situado en el centro histórico de Granada, es el edificio civil más antiguo conservado de la ciudad y constituye uno de los mejores ejemplos de arquitectura nazarí de carácter público. Fue construido en el siglo XIV, durante el periodo del reino nazarí de Granada, y su función original fue la de alhóndiga, es decir, un establecimiento destinado al almacenamiento y comercio de grano, así como alojamiento para mercaderes. Su nombre árabe, Al-Funduq al-Yadida, se traduce como “alhóndiga nueva”. El edificio presenta una estructura característica de los funduqs andalusíes, con un patio central rodeado de crujías y varios niveles destinados tanto a almacenes como a habitaciones para comerciantes. Su elemento más destacado es la portada monumental de acceso, realizada en arco de herradura apuntado y decorada con yeserías nazaríes de gran calidad. La portada incluye un alfarje de madera, inscripciones en árabe cúfico y motivos geométricos y vegetales propios del arte nazarí del siglo XIV. El patio, de planta rectangular, está rodeado por galerías de madera y muros de ladrillo y mampostería. Las antiguas estancias superiores estaban destinadas a los comerciantes que pernoctaban en la ciudad. El edificio muestra así una clara adaptación funcional que refleja la intensa actividad comercial que caracterizó a Granada en los últimos siglos de la Edad Media. Tras la conquista castellana en 1492, el Corral del Carbón mantuvo usos relacionados con el comercio. A partir del siglo XVI se convirtió en corral de comedias, siguiendo la tipología escénica característica del teatro español del Siglo de Oro. En esta etapa se adaptaron las galerías y se aprovecharon los espacios superiores para alojar espectadores. Posteriormente, a partir del siglo XVIII, el edificio pasó a utilizarse como almacén y vivienda, lo que derivó en un progresivo deterioro estructural. A comienzos del siglo XX, el Corral del Carbón se encontraba en un estado avanzado de degradación. En 1933 el edificio fue adquirido por el Estado gracias a la iniciativa de Manuel Gómez-Moreno y Leopoldo Torres Balbás, y se emprendieron las primeras intervenciones de restauración. Durante las décadas siguientes se llevaron a cabo nuevas campañas de recuperación que permitieron restituir el aspecto original del conjunto y consolidar sus elementos nazaríes. En la actualidad, el Corral del Carbón es un edificio protegido y uno de los principales referentes de la arquitectura civil nazarí conservada en España. Alberga dependencias culturales y administrativas relacionadas con la actividad musical y teatral de la ciudad, y se ha convertido en un espacio emblemático para actos culturales. Su portada constituye uno de los iconos monumentales más reconocibles del patrimonio granadino, y el edificio, en su conjunto, es un testimonio excepcional de la vida comercial y urbana de la Granada medieval.

No hay mucho que ver más que la entrada y el patio, pero se conserva bastante bien.

El sitio turístico no es nada del otro mundo, ahora la tienda de souvenirs de al lado es la mejor de la ciudad en precio y en lo bonitas que son las cosas! La dependienta que nos atendió muy amable y simpática

Un caravasar de la época nazarí, de libre acceso, aunque en la actualidad está constituido principalmente por oficinas privadas.

Pasé por casualidad mientras paseaba por el centro y me encantó este edificio. Es una pasada encontrar una construcción nazarí tan antigua en pleno casco histórico. Me gustó mucho el patio central con su arco de herradura tan bonito, tiene mucho encanto. Cuando fui había una exposición de artesanía gratuita que estuvo interesante. Es un sitio pequeño pero merece la pena entrar a echar un vistazo. Además la entrada es gratis así que no tienes excusa. Está muy bien conservado para lo antiguo que es. Ideal para hacer una paradita rápida si estás recorriendo Granada centro.

En una palabra: extraordinario. Un lugar tan encantador y lleno de una energía tan bella que resulta imposible describirlo con palabras. Es una visita obligada. Desde fuera, es una impresionante construcción andaluza, pero por dentro... Se accede a través de un espacio repleto de tallas de madera increíblemente detalladas; el techo, aunque abierto, está cubierto de enredaderas, lo que crea un ambiente fresco y luminoso. En el centro, una fuente murmurante y un estanque decorativo te dan la bienvenida como en un antiguo caravasar árabe. Al entrar, lo comprenderás: este lugar te llena el alma de paz y felicidad; rebosa de la esencia de la vida y la historia. Sin duda, debes visitarlo.

Aparte de la fachada exterior, no me reveló mucho. El edificio fue construido originalmente por Mehmet V y se utilizaba como almacén de mercancías, incluido grano, para mercaderes y comerciantes de fuera de la ciudad. Tras la conquista de Granada por los Reyes Católicos, el Corral del Carbón se utilizó como posada y depósito de carbón (de ahí su nombre).

Encantador, con el patio central lleno de vides antiguas que llegan a lo alto y tienen uvas. La exposición interesante. Tranquilidad y sociego en este lugar visitado por turistas.

Totalmente recomendable y en muy buen estado de conservación.

Esto no es un sitio histórico, es una tienda. Es una buena tienda que vende imanes por 1,90 euros. En cualquier otro lugar, el precio estándar es de 2,50 euros.