Aragonia Palafox en Zaragoza

Restaurante que desde la calle casi pasa desapercibido, escondido en un sótano que se expande decorado romántico con manteles blancos y floreros. El servicio es pausado, así que elígelo un día sin prisas y para deleitarte a placer. Los camareros jóvenes muy atentos. El aperitivo detalle de la casa era un plato con el que tengo verdaderos problemas, y no dudaron en buscarme otro aperitivo a cambio al enterarse del motivo de mi rechazo. De primero un huevo a baja temperatura con salsa boletus, que nunca falla y más si va acompañado de buen pan. De segundo un bacalao jugoso en su punto sobre un nicho de caponata cocinada con la misma delicadeza y cebollitas. El postre helado de turrón coronado con merengue. Menú ejecutivo de lunes a viernes y carta.

Pedimos cita previa para dos personas una hora antes, un sábado, a falta de poder reservar en en el centro para probar los platos típicos. Los platos llenan muchísimo y están muy ricos. Pedimos huevos rotos y ternasco con bebida y café. Nos salió por casi 50€ por per. Trato de personal muy atento y cordial. Ambiente tranquilo. Volvería a repetir.

San Valentín genial. Tuvimos un inconveniente por el cual preferí cancelar la comida . Finalmente pudimos acudir a comer y volví a reservar. Nos encantó lo que prepararon. Un menú más corto de los habituales,pero exquisito. Nos vemos en mayo!!

Es el restaurante del hotel Palafox, a mi me gusta mucho porque es un sitio muy agradable. Fui a comer el día de Reyes, que había menú especial y fue estupendo todo. La comida, el servicio y el sitio ( nos pusieron en el reservado). Algo negativo: el menú infantil estaba bien pero excesivamente caro, 40€ !!

El ambiente es refinado y tradicional, aunque no muy acogedor. Llegamos y todavía no había nadie en el restaurante. Al principio el servicio no fue el peor que encontramos en España. Tanto la cerveza como el vino espumoso estaban calientes. El tenedor mencionó que había una opción vegetariana, pero no es real. Finalmente dijeron que podían adaptarse, quitando la carne a algo en los entrantes, pero realmente no había ningún plato principal. Como estábamos con más gente que comía carne, nos quedamos. Pedimos el entrante y hasta ahora fue la opción más cara del viaje. Sinceramente, no valió la pena. Pagamos una fortuna y le faltaba sal y condimentos, como también informaron quienes pidieron las opciones de carne en el menú. Pedí hielo para la cerveza y sal para la comida. Además, el personal fue muy grosero con la gente en la mesa. Había una pareja con nosotros que tenía hijos, el personal fue extremadamente grosero y arrogante tomando un vaso de la mano del niño, alegando que era un lugar con estrellas. No les quito la razón al poner límites a lo que creen justo dentro de su establecimiento de ninguna manera, pero creo que precisamente por ser un restaurante con estrellas les faltó tacto y elegancia para afrontar las complicaciones. ¡De todos modos! Esto fue sólo la guinda del pastel después de algunas frustraciones con las bebidas y la comida. Fuimos con algunas expectativas y salimos frustrados de la experiencia.

Agradable local. Servicio atento, Acudimos a la cena de nochevieja 2023. Ostra: MB. Micuit : MB. Bogavante: MB. Dorada: R. Paletilla de cordero: B. Maridaje con vinos de la tierra: MB. Postres, uvas, cava: MB. Relación calidad precio:MB.

La carta, fuera de los menús, no es muy extensa, pero suficiente. Los precios perfectamente ajustados a la calidad de los platos. Buen trato y local muy agradable. Vale la pena.

Una comida familiar que resultó una experiencia fantástica. La excelencia de los platos estuvo acompañada de un trato exquisito, amable y acogedor. Mil gracias quienes nos atendieron!

Una comida familiar que resultó una experiencia fantástica. La excelencia de los platos estuvo acompañada de un trato exquisito, amable y acogedor. Mil gracias quienes nos atendieron!

El sitio es muy íntimo y bonito, el servicio espectacular y la comida de 10... Muy recomendable!!!