Aponiente Ángel León en El Puerto de Santa María

Comer en Aponiente es una experiencia inolvidable y disfrutamos cada segundo. La comida estuvo absolutamente fantástica y el servicio, probablemente el mejor que he experimentado en un restaurante. Habría mucho más que decir, pero otros ya han hecho un trabajo excelente con sus reseñas. ¡Solo quiero dar las gracias a todo el equipo de Aponiente!

Increíble. La experiencia es única, la tripulación es lo mejor, la atención de Ana fue espectacular. La comida es de otro mundo. Felicidades.

Me encantaron los sabores, ¡increíbles!

Me encantaron los sabores, ¡increíbles!

Me encantaron los sabores, ¡increíbles!

Ha sido mi primer experiencia en un tres estrellas y no puedo estar más contento. Desde fuera no parece nada especial pero nada más cruzar la puerta y el recibimiento que te hacen es ya un anticipo de lo que te espera. La restauración del edificio es increíble y estás totalmente ambientado durante toda la comida. El servicio muy acogedor y amable que olvidas que estas en un restaurante de dicho nivel, que no olvidan ningún detalle. La comida me ahorro los detalles pero son sabores y texturas hasta ahora desconocidos y yo siendo un amante de la carne, puedo decir que en ningún momento la eché de menos. Además el concepto de utilizar los "desechos" del mar le da aún más valor. Nosotros no optamos por un maridaje pero la elección del Maitre fue perfecta y lo volveríamos hacer. En general un 10/10 y deseando de volver

Un lugar donde tus sentidos viajan por el Mar 🌊. Una experiencia única y maravillosa 💕.

Ha sido una experiencia sensorial única e inolvidable. Aponiente no es sólo un restaurante, es un viaje al corazón del mar. Cada plato es una obra de arte que rinde homenaje al océano, con nuevos sabores que te sorprenden. La creatividad de Ángel León se nota en cada detalle, desde la presentación hasta el uso de ingredientes marinos poco convencionales, siempre con respeto y pasión. El servicio es impecable, cercano y profesional, y el entorno de marismas donde se situa este antiguo molino de mareas acompaña a la perfección esta oda al mar. Una experiencia gastronómica que va más allá de comer: es entender, sentir y saborear el mar como nunca antes. Absolutamente imprescindible y recomendable 🙌🏻🔝

Menú degustación muy muy bueno. Primera vez que íbamos a un sitio tan caro y no teníamos claro si saldríamos satisfechos pero si, bien bien contentos. Prácticamente todos los platos nos impresionaron, pero alguno se salió. En los entrantes, el pimiento espectacular. El resto también muy bien (la tortillita impresionante lo fina que era). En cuanto a los platos, los que deberían de estar siempre en el menú son el morrillo y la kokotxa. la quiquilla y las raíces de algas nos parecieron también por encima del resto, pero en general muy muy impresionados. La mantequilla con el brioche, así como la planta salada entre rocas, es algo que suma muchos puntos. Los postres genial también, aunque la galleta de mar de los mejores postres que hemos probado nunca. Si tuviera que poner un reto... Me faltó igual una bebida "del mar". Y si tuviera que poner un pero, los vasos que al ser opacos los camareros no saben si te falta agua o no. Atención super buena. Recuerdo para siempre.

Buaaa, que experiencia, antes de todo un personal muy profesional y attentos, un lugar super bonito y bien decirado, y a lo q vamos, una comida impresionante con sus gustos, unos canvios de sabores que no dejan indiferente, totalmente ir a provar