Amm a mi manera en Daimús

Hacía tiempo que quería ir a este restaurante. No tenía claro si era un "Italian Fake" o realmente un Italiano regentado por italianos, al llegar allí vi que si, el dueño y varios camareros eran Italianos. El restaurante está muy bien situado, en la famosa plaza de la playa de Daimuz. Tiene una terraza bastante grande con muchas mesas y una sala con muchas más mesas. Fuimos con reserva previa a la hora de la comida y el trato fue muy bueno, nos sentaron en una mesa para dos y nos tomaron nota de la bebida rápidamente. Tienen una carta plastificada con un QR de la misma en inglés. El menú que ofrecen es mitad Español mitad Italiano, e incluso tienen platos fusión. Tienen bastantes entrantes pero todos ellos, son typical Spanish. También tienen Ensaladas, pizzas, pastas, risottos, carnes, pescados, piadines, hamburguesas. Nosotros pedimos una ración de croquetas de jamón, vienen ocho croquetas presentadas con una cucharada de mayonesa y hojas sueltas de lechuga. Diría que no tienen nada de caseras y se veían bastante aceitosas, pero de sabor no estaban mal. Seguimos con una ensalada Caprese, esta no estaba nada mal, buenos trozos de tomate, lechuga troceada y mozzarella Di bufala. Para compartir pedimos unos rigatoni alla carbonara, aquí se pasaron el juego. Una buena carbonara "SIN NATA" como debe de ser, con un sabor potente, la pasta al punto, para mi fue el mejor plato de todos. Como segundos, pedimos dos pizzas, una carbonara y una con scamorza & spek. Las pizzas no están nada mal, pero la masa al enfriarse se queda seca y no valen nada. La fermentación de la masa es buena y los bordes por dentro se quedan esponjosos, pero el resto y la cobertura es como morder un pan. En general la comida estuvo muy buena y nos gustó mucho, así que volveremos para probar más platos. Es un lugar recomiendo 100%

La situación del restaurante es muy buena, ya que se encuentra en una pequeña plaza muy cerquita del paseo marítimo. Nos pusieron una pata de pulpo a la plancha que estaba muy bien hecha, no se deshacía por estar poco hecha, ni estaba pasada (para mi gusto), con rancio de patatas también muy buenas y caseras. Las pizzas muy buenas, sabores muy potentes y el tomate natural, que es un detalle. Además nos invitaron a un postres por ser el día de la mujer. El camarero muy atento y simpático. En ambiente puse 3 estrellas porque hubo una pareja que nos hizo la estancia un poco peor, pero seguro que no suele ser lo habitual.

Comida muy buena y servicio excelente