Alén restaurante en Santa Eulalia de Gállego

Un lugar encantador, lleno de calma y buena energía. Pet friendly, acogedor y con un trato tan bonito que te hace sentir especial desde el primer momento. ¡Volveremos sin duda!

La verdad es que para nosotros a sido un descubrimiento....Un lugar casi mágico dónde uno puede volver a sentirse en contacto con la naturaleza, con el placer de las cosas sencillas y simples que en algún momento dejamos de valorar, como pararse a ver la el reflejo de la puesta de sol en los mallos, pasear por la zona con el entusiasmo de ver y conocer, y aunque la zona propone excursiones, actividades que hacer y lugares increíbles que visitar, además de la oferta gastronómica de la zona, solo están ahí si tu quieres, que no hay prisa, si no te da tiempo pues para la próxima vez que cruce el puente de Sta. Eulalia que será pronto....Solo agradecer a José y Alan, dos personas encantadoras a los que tuvimos la suerte de conocer y el poder sentirnos en su casa como en la nuestra. Habrá quien diga que quizá se puedan mejorar cosas, y seguramente algo habrá....Pero para nosotros fue perfecto.

Uno de esos lugares de ensueño. Desconectar en un paraíso como este hotel te asegura unas vacaciones TOP. La energía del lugar, que coincide con la de sus dueños, que cuidan cuidadosamente de cada detalle, hace que la experiencia sea exquisita. Apartamentos perfectamente equipados, con privacidad y unas vistas al monte y los Mayos, para tomar una taza de café al atardecer o un desayuno a la mañana. A 5 minutos a pie del pueblo, y 1 en coche. He estado con mis padres, y no vemos el momento de volver y disfrutar de este maravilloso hotel y sus encantadores dueños. Es uno de esos pocos lugares secretos que quedan, y que uno jamás debería perderse. De verdad, ni un sólo “pero” a este lugar. Una auténtica maravilla.

Ha sido un finde perfecto, superando nuestras expectativas. El apartamento Bárbara es precioso, limpísimo, cómodo, amplio y con mucha privacidad. Se respira tranquilidad, que es lo que buscábamos, el espacio es súper acogedor, tiene todo muy cuidado y pensado para un descanso seguro. Mi perrilla es de los sitios que más agusto ha estado. Vistas espectaculares y donde no hay otro sonido que los pájaros y el silencio. Volveremos, hemos estado muy agusto. El personal muy amable.

Me alojé aquí una noche mientras cruzaba de Bilbao a Barcelona, ​​pero espero tener la oportunidad de volver por más tiempo. Anfitriones sumamente acogedores, apartamentos cómodos y espaciosos, vistas impresionantes, tranquilidad absoluta y un desayuno delicioso que realmente da en el clavo.

Jose y Alan te hacen sentir como en casa. Un remanso de paz. Entorno espectacular.

Lugar perfecto para descansar. Rodeado de naturaleza y maravillosas vistas. Aconsejo llevar comida y bebida ya que no hay supermercados ni bares cerca. Las camas cómodas. A tener en cuenta para todo el mundo que en el baño hay bañera. Entrar y salir puede complicarse para algunas personas.