Alcazaba Lagoon Restaurante en Casares

Saludo de recepción amable y educado. El almuerzo fue increíble, mucho mejor de lo esperado. Restaurante elegante, comida deliciosa muy bien presentada, tamaño de porción perfecto. Pedí costilla de ternera y pierna de cordero. Ambos son de primera clase y, aunque ligeramente más caros que el promedio, siguen teniendo un valor excepcional. Salida para darse un chapuzón en la laguna. Ahora tengo grandes expectativas.

Almuerzo delicioso, hermosa vista, gente encantadora, ¡muy recomendable!

Hemos realizado un trabajo filmográfica y de fotografía con varias modelos, y nos han tratado estupendamente, el lugar es precioso.

El lugar es único, fuimos a hacer un trabajo filmográfica y de fotografía con varias modelos y nos trataron genial

Excelente ubicación con vistas a la laguna.

Estuvimos allí para cenar, el bistec estaba excelente. El servicio fue excelente a pesar de las dificultades del idioma. Definitivamente regresaremos.

Un lugar para traer amigos. Hermoso restaurante frente a la laguna. Excelente servicio y comida.

Enclavado en el interior del magnífico complejo Vive Lagoon, que cuenta con una maravillosa playa artificial y una piscina que ocupa aproximadamente una hectárea y media, este restaurante nos ofrece unas magníficas vistas del recinto y una carta bastante amplia, en la que encontramos ensaladas, entrantes, pizzas, pescados, carnes y menús infantiles, así como una selección de postres caseros, a unos precios razonables, sobre todo teniendo en cuenta el entorno. Nos decidimos por pizza burrata, pata de pulpo al grill con patatas mortero y pimentón de la Vera y rodaballo al horno estilo Guetaria con piquillos cristal y patatas baby confitadas. Con dos postres de cheesecake y couland de pistachos con chocolate blanco y virutas de cacao, una pinta de cerveza, un refresco y un tinto de verano, una cuenta de 84,50 € para tres personas. La comida, muy bien, todo estaba muy bueno y muy bien presentado, pero hay varios puntos negativos que no puedo dejar de comentar: los precios de las bebidas, escandalosos: 6 € por una pinta de cerveza o 5,50 € por un tinto de verano no son mínimamente razonables. La tarta de queso, más que decepcionante; se anuncia como tarta de queso cremosa con almíbar de cumcuat y chantilly, y la verdad es que de cremosa no tenía absolutamente nada. En cuanto a la atención, muy bien, la camarera que nos atendió se desvivió por complacernos, a pesar del caos que había al estar el restaurante completo. Punto y aparte merece la desastrosa gestión tanto del restaurante como del complejo. Me fue imposible reservar por teléfono, estuve llamando desde varios días antes y en los teléfonos que figuran en su página, en uno salía una locución diciendo que no existía y el otro no lo cogían, al final tuvimos que acudir sin reserva y allí conseguimos mesa de milagro y a una hora muy tardía, ya que había varias mesas reservadas para una boda. Aunque, como he comentado, la comida es de bastante calidad, debe mejorar aún muchísimos detalles para alcanzar una buena puntuación.