Albergue el pilar en Santa Colomba de Somoza

No usé la habitación y solo comí ramen para el almuerzo, pero fue de 5 estrellas. Lo hicieron mejor que cualquier coreano.

Es un buen albergue, acogedor y con gente amable

Excelente Albergue. Excelente equipo, gente muy acogedora. Gracias Pilar por la atención, ayuda y acogida. Nunca te olvidaremos.Todo limpio, comida deliciosa. Uno de los mejores albergues del Camino.

Buen albergue. Muy amable Isabel. Buena comida y un lugar encantador.

Sitio encantador para descansar del camino..lástima q igual no continúen..deseo q todo s arregle

Una estancia agradable de camino a Compostela. La mujer de recepción es agradable. El precio es razonable. Wifi cubre todo el espacio. No dudes en venir a preguntar si hay espacio disponible aunque no puedas reservar online.

Dormimos en las habitaciones anexas y muy bien. La atención muy buena y ka comida, también.

Ramen... delicioso... jajajajaja ㅠㅠ Los fideos estaban pegajosos. No sé cuántos fideos ramen has cocinado mientras tanto. Es el mejor. El sabor umami aumenta al agregar huevos. Ha pasado un tiempo desde que alguien más cocinó ramen y lo inhalé tan pronto como lo hice. le dio un mordisco. Asegúrese de llenar su estómago antes de la difícil caminata. (Se aceptan pedidos a partir de las 11 horas. A partir del 24 de septiembre de 2020)

La comida coreana fue excelente y satisfactoria, especialmente después de 21 días de casino de SJJP. Esta es la primera vez que uso palillos para mi comida a lo largo del Caimon. Cualquiera que extrañe la comida coreana, ¡no se la pierda!

Ambiente rustico/rurale molto particolare, molto semplice, indicato per chi dispone di un notevole spirito di adattamento; nel complesso, comunque, struttura molto suggesttiva e di grande fascino. L’efficientissima hospitalera sembra che gestisca l’albergue dal 1996, anno della sua fondazione; le formalità di registrazione e pagamento vengono svolte all’ingresso della struttura, ad un banco posto nella pittoresca reception. Superato l’ingresso si entra in un vasto spazio esterno, costellato di sedie e tavolini, ai quali si può bere o mangiare qualcosa, o semplicemente oziare, dedicandosi alla propria attività preferita; proseguendo, lo spazio diventa coperto, con ulteriori tavolini e sedie, poste di fronte al grande bancone del bar con cucina. In fondo sono collocate le camerate, stipate di letti a castello, con lo spazio vitale tra il posto letto inferiore e quello superiore a pericolo capocciate, in quanto piuttosto ridotto. Disponibili soltanto due docce, assolutamente insufficienti in giornate di notevole afflusso. Nell’albergue è possibile mangiare qualcosa, ma non sono proposti né il menù del pellegrino né quello del dia; io ho pranzato, mangiando un’insalatona e bevendo una birra a spina. Molto cortese la signora al banco e gradevole la musica di sottofondo.