Alamillo, El Restaurante en Piedrahíta

Sitio que recomiendo sobre todo si vas camino de Barco de Ávila, aparcas cerca y te pides de desayuno un café con leche y un pincho de tortilla magnífico con pan de barra de pueblo. Precio medio y buen servicio; lo puedes comer en mesa por lo que es muy cómodo y el lugar es amplio. Repetiré sin duda.

Paramos a comer, dándole una oportunidad, pese a ver alguna reseña negativa. Restaurante rústico, casa de comidas. Nada más llegar nos sentaron y nos leyeron el menú, tras eso, preguntamos precio. 15 euros. ( es cierto que no lo pone en ningún sitio, pues preguntamos ) varios platos de primero y segundo, pedimos patatas revolconas y judías blancas, de segundo redondo en salsa con patatas fritas caseras y postre flan de huevo. La trucha y el escalope tenían muy buena pinta también. Comida muy buena y casera. Poco más que decir, por 15 euros por persona nos fuimos más que satisfechos. Volvería seguro.

Hemos estado comiendo en el dia de hoy y aunque he de reconocer que ibamos con algunas reticencias por algunas reseñas que habiamos leido, la experiencia no ha podido ser mejor, comida abundante, ademas de muy rica, atencion por parte del señor que nos ha atendido inmejorable, educado, atento y rapido en la atencion, la limpieza bastante bien tambien,el unico pero,si tuviera que decir alguno,es que no abren el comedor hasta las dos,en mi opinion quizas deberian haberlo abrirlo un poco antes, pero la espera ha merecido la pena sin duda, somos de lejos, pero si volvemos por allí, repetiremos allí otra vez sin duda.

En sitio estrategico cuando vas de viaje, se puede beber y picar algo

Espectacular la comida. Santi encantador!

Buen sitio calidad precio para tomar cerveza y tapas

Negocio familiar. Excelentes pinchos y menú diario.

El único bar de Piedrahita, para desayunar, el resto cerrados.

La comida bastante rica y buena cantidad, bien a nivel calidad/precio. Sin embargo, llamamos y nos dijeron que no se podía reservar, cuando llegamos nos preguntaron si habíamos reservado. Nos dijo uno de los camareros que a gente que conocen sí que les reservan, y un grupo de la zona se sentó más tarde que nosotros y fueron servidos antes el menú.

Buen sitio para tomar un café. Los pinchos son espectaculares y el servicio por parte del dueño, Santi, es profesional, rápido y amable. Recomendable