Alameda en Fuenmayor

Las croquetas muy buenas el rabo de toro y las manitas de cordero muchos detalles con los comensales el servicio muy amable

Buena comida en un sitio tranquilo

Delicioso todo. Las croquetas espectaculares. Los pimientos asados muy buenos. El entrecot estaba perfecto de punto y muy jugoso.

Tuvimos la gran suerte de saborear y disfrutar de platos maravillosos , todo un lujo , nos atendio Fatima genial,daban ganas de quedarse en la mesa degustando todoooo. Nos lo recomendo una gran cocinera, como uno de los mejores restaurante y no se equivico ..hasta pronto equipo.

Fuimos a comer 7 amigos por recomendación de otro y la experiencia fue de diez. Estupendo servicio, calidad máxima de los productos a degustar, muy buena presentación y maravillosa la atención por parte de su personal. Entre otras varias cosas comimos un par de chuletas de una calidad superior y cogote de merluza que no podía estar mejor.

Hay quien me ataca porque soy muy crítico y no suelo poner buenas reseñas... Aquí comimos de cine, las medias raciones, muy generosas, materia prima excelente, carta de vinos, mas que razonable, servicio impecable, atento y amable. Precio algo elevado, pero la buena calidad, hace que pueda pasar desapercibido. Lo del agua filtrada a precio de botella, un detalle a mejorar. Lo que comimos Ravioli de Carabineros (riquisimos) Carpaccio de Cigala (muy delicado) Croquetas de jamón (excelentes) Lechecillas (muy ricas) Besugo (muy bien manejadas las brasas) Garbanzos con bogavante (un poco pasados de pimentón, pero eso va en gustos). Generosos con el trozo de bogavante. Tarta de queso tipo "la viña" (he de decir que con algo menos de dulzor, para que se aprecie más el queso, estaría mucho más equilibrada) Torrija (expectacular) Tarta fina de manzana (la mejor que he probado nunca) Enhorabuena a todo el equipo. Repetiremos seguro. Edito 2025: Aqui estamos de nuevo y ya es la cuarta vez, siento decir que SIGUE SIENDO UNA DELICIA COMER AQUI, lo digo porque cada es más difícil reservar. Productos y servicio de 10. Por poner un pero, creo que Rodaballo para 3, y a ese precio, lo suyo es primero enseñarlo, antes de repartirlo y poner el peso en la cuenta, pero estaba riquísimo.

Paramos a comer mientras recorríamos Rioja en bicicleta. Aunque nos cambiamos los maillots, al entrar estábamos un poco nerviosos por nuestra ropa. También porque nuestro español es prácticamente nulo. El personal nos hizo sentir como en casa, nos ayudó a elegir nuestros platos, nos permitió compartir el filete y nos consiguió una excelente botella de vino. Cada bocado de cada plato estaba riquísimo. Creo que mi amigo Walter (que nos acompañó en este viaje) es el mejor asador que conozco, pero a todos nos sorprendió el sabor de este corte. Podría seguir, pero también tengo que elogiar el increíble postre de higos y chocolate. Alameda fue sin duda lo mejor de este viaje. Alquilamos las bicicletas en LaRioja Tours y José nos dijo que este era uno de los tres o cuatro mejores restaurantes de toda España. Lo compartimos plenamente y esperamos volver.

Dios mio, todo estaba riquísimo, pero la txuleta... nivel muy muy TOP! Si sacamos un pero, será el jamón, no nos pareció tan espectacular. Los postres (que no somos demasiado reposteros) muy buenos. Bodega muy buena. El asesoramiento y servicio maravilloso

Excelente restaurante, to lo que he comido esta muy bueno. Nos gusta ir de vez en cuando pero siempre hay que reservar con tiempo

Comer en el Alameda es una experiencia fenomenal desde que llegas al restaurante hasta que te vas. Parece mentira que exista un sitio así en un pueblo. En cualquier gran ciudad, el Alameda tendría varias estrellas Michelin. Comimos espléndidamente compartiendo un carpaccio de cigala, un extraordinario salpicón de bogavante y un bacalao también con bogavante. Un Viña Ardanza buenísimo y un postre de tarta de manzana hecha al momento y deliciosa. Y todo ello con uno de los mejores servicios que recuerdo, una camarera eficaz, rápida, muy atenta a las recomendaciones y, sobre todo, cercana y simpática sin imposturas. Da gusto haber invertido tiempo y un dinero justo en una experiencia más que recomendable. ¡Ah, el restaurante a tope a la hora del almuerzo un martes! Muy significativo.