Al Punto Hambgourmet en San Lorenzo de El Escorial

¡Un sitio fabuloso! Hemos estado mi marido y yo tras pasar el día por San Lorenzo del Escorial y sin duda, hemos escogido genial. Es una hamburguesería pequeñita, tienen pocas mesas pero con reserva previa suele haber suerte. La comida está buenísima, muy bien de precio y el dueño es súper atento explicándote todo y haciéndote la experiencia mucho más enriquecedora. Muy muy recomendable, ¡volveremos!

Este sitio es espectacular. Las hamburguesas son de 10 y además tienen una gran variedad de combinaciones. Otra de las cosas a destacar... el trato ha sido inmejorable. Hacía mucho que no comía tan bien en un sitio y con un personal tan amable y dedicado. También tienen unas cervezas artesanales muy ricas. Espero volver pronto para probar otras hamburguesas diferentes

En el corazón de El Escorial, bajo la sombra majestuosa del monasterio que Felipe II mandó erigir como símbolo de poder y devoción, se alza un pequeño templo de otra índole: uno consagrado no al recogimiento ni al arte sacro, sino al noble culto de la hamburguesa bien hecha. Y allí, en esa modesta capilla del sabor, fuimos recibidos como si de embajadores reales se tratara. El trato, desde el primer instante, fue digno de una corte ilustrada. Atentos sin empalago, amables sin artificio, los responsables del local demostraron que la hospitalidad no es un lujo, sino un deber que se cumple con naturalidad. Si Felipe II hubiese podido intercambiar los ecos de sus austeros pasillos por la calidez de este servicio, quizá habría sonreído más a menudo. El producto, por su parte, no desmereció en absoluto. Las hamburguesas, generosas y sabrosas, parecían forjadas con la misma precisión con la que se diseñaron las trazas del monasterio: ingredientes frescos, combinaciones acertadas y un equilibrio que habla de respeto por la materia prima. Cada bocado era un pequeño acto de justicia culinaria, de esos que reconcilian al comensal con lo simple y bien hecho. Y el precio, ah, el precio. En una época en la que muchos lugares cobran como si cada hamburguesa estuviera bendecida por la sacristía de San Lorenzo, aquí se impone una lógica mucho más razonable: la de ofrecer calidad sin desmesura, placer sin penitencia para el bolsillo. En resumen, comer aquí fue como hallarse en el Escorial de los placeres sencillos: sobrio por fuera, magnífico por dentro. Un lugar donde el comensal no es súbdito, sino rey por derecho propio. Volveremos, sin duda, porque en esta pequeña corte del sabor moderno, uno se siente tratado no como cliente, sino como parte de una historia que se escribe con amabilidad, sabor y justicia

Fantásticas hamburguesas. Cinco puntos de carne. Espléndida diversidad de acabados y salsas. Selección de cervezas. Una atención superpersonalizada. Espacio reducido pero se admiten reservas.

Fuimos recomendados por un amigo. Todo el personal fue muy agradable y comprensivos, ya que llegamos tarde por tráfico desde Madrid. Te explican con todo lujo de detalles los diferentes tipos de hamburguesas y panes que se ofrecen. Comida baratísima y la sirvieron rapidísimos. De sabor estaban espectaculares. Parezco hijo del dueño hablando del local, pero créanme que es un sitio altamente recomendable.

Súper recomendable: servicio de diez, comida de diez y a muy buen precio. Volveremos seguro! Guardado en favoritos :)

Es muy gratificante ver que todavía hay restaurantes que priorizan al cliente y no solo hacer dinero. Este sitio además de tener unas hamburguesas deliciosas a un precio muy bueno, te tratan con mucha amabilidad, se preocupan por explicarte bien todos los tipos de combinaciones y el punto de la carne es perfecto. En cuanto a la comida, lo mencionado anteriormente, están muy buenas, buen tamaño y sabor exquisito. Muy recomendable, volveremos seguro

Un sitio muy recomendable, el servicio espectacular y las hamburguesas buenísimas y de calidad! El trato espectacular, estando muy atentos en todo momento. Repetiremos

Las hamburguesas están increíbles, se nota que es cocina casera, hecho al momento y pensado para que disfrutes la carne. Sin duda lo mejor del sitio es el dueño Eduardo, que te explica y recomienda en función de tus gustos las mejores combinaciones para comer/cenar. Está atento a todos los detalles y se adapta al cliente para ofrecerle lo mejor. Acaban de rediseñar la carta y el local. Es una forma distinta de comer hamburguesa, eliges el tipo de carne y luego una de las muchas combinaciones para el resto de ingredientes de la hamburguesa. Tienen gran variedad de cervezas artesanas también! Repetiremos seguro !

Todo espectacular, la comida y el servicio. Tomamos 2 hamburguesas que estaban impresionantes y 2 postres super ricos. Sin dudarlo volveremos