Al Baile la Temprana en Oviedo

Bonito local con buenos platos donde vivir experiencias surrealistas totalmente innecesarias. Entendemos que se pueda querer imprimir un servicio atento y personalizado a la hora de elegir el vino que vaya a acompañar la comida, pero cuando se pide educadamente por tres veces y por otras tantas se hace caso omiso de la petición del cliente algo falla, sea el protocolo establecido por la propia empresa, sea la capacidad de adaptación (y sentido común) del camarero o posiblemente ambos. Tras varios intentos fallidos por zanjar el tema y después de tener que indicar si nuestras preferencias iban más en una u otra dirección (afrutados, secos, más amargos, etc...) se atiende tras varios minutos nuestra petición inicial. Innecesaria situación enrarecida nada más comenzar la velada, con nuestros invitados totalmente alucinados. Se nos toma nota de los platos; para compartir alcachofas con berberechos y calamares en su tinta con arroz y alí oli. Se nos indica que son suficientes para cuatro personas (las alcachofas eran tres por lo que hubo que partirlas). También anotan nuestros segundos, en mi caso y fuera de carta lomos de salmonete. Al acabar los entrantes y justo antes de servir los segundos me comunican que no queda salmonete. Igual que comprendo que un plato fuera de carta se pueda acabar con mayor celeridad, lo que no es muy justificable es que se diga casi en el momento de servirlo. La comanda se había tomado aproximadamente 45 minutos antes, tiempo suficiente para tras aquella, informar de ello. Desconozco la desorganización existente o si se coló otra persona con posterioridad, pero el resultado sigue siendo bastante insatisfactorio y sobremanera poco profesional. Al final se nos imprime cuenta errónea con el salmonete en vez del solomillo de reemplazo. Todo lo pedido estaba rico (añadir a lo anterior garbanzos con pulpo, pixín, hojaldre de rabo de toro, postres y cafés) pero la idea de salir a comer es tanto disfrutar de buenos platos como de un servicio correcto y no intrusivo.

Local oculto a las búsquedas de Google y sin embargo un gran descubrimiento. Cocina asturiana fusionada con mexijana, cuidada carta de vinos, atención de primera y una decoración elegante, acogedora y con unas vistas privilegiadas. Nosotros comimos los tacos de langostino, tortillas de calamar con guacamole y steak tartar. Postre tarta de queso. Todo de 10!!!

Excelente comida en un hermoso lugar. El restaurante es acogedor y está decorado muy chulo. El único inconveniente fue que las porciones eran pequeñas.

Volví a tomar el brunch dominical durante Navidad y ¡fue genial, como siempre! Pero esta vez incluso pudimos traer a nuestro perro y todo el servicio fue súper amable y atento. El lugar está muy bien decorado y la comida muy rica, pequeños bocados dulces, excelentes quesos asturianos y los tacos están riquísimos, de buena calidad. Me parece sorprendente que podamos llevar a nuestros perros adentro, es una opción muy sólida para el brunch, pero he estado allí varias veces también para el almuerzo normal y también es excelente.

El sitio precioso. Atención muy buena. La comida no me entusiasmó pero estuvo bien.

Espectacular. Nos ha encantado, tanto la comida como la atención del personal. Muy recomendable los tacos de langostino

Fuimos varios amigos a comer. Menú de 35€ con dos primeros y dos segundos a escoger y postre el q toque ese día, sin elección. Bueno, la comida normal, sin grandes pretensiones, pero es muuuyyyy cutre que te pongan una sola copa de vino o agua. Fatal.

ESPECTACULAR!!! Para mí el mejor sitio de Oviedo, calidad, precio, amabilidad, decoración … Me faltan palabras y adjetivos ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️

Sitio precioso, con encanto y muy bien decorado. Muy buena atención de los camareros que nos sirvieron. Éramos 8 amigos que fuimos de celebración y fue todo un acierto. Pedimos el pixin que estaba espectacular, unas costillas que se deshacían solas y el milhojas de rabo de toro muy bueno. De postre pedimos torrijas y de las mejores que comimos nunca. El precio es alto pero el sitio y la comida lo merecen. Repetiremos sin lugar a dudas

Una terraza agradable en la plaza de la Corrada del Obispo. El servicio de terraza algo lento y con precios excesivamente caros (4€ verdejo). El restaurante muy bonito, con comida sin toque especial