Aguamarina en Calp

Un menú realmente espectacular con un postre inmejorable. Por supuesto, el ambiente deja mucho que desear, pero el servicio fue muy, muy amable. Nos gustaría volver otra vez

Somos clientes desde hace varios años y desde el primer día recibimos un trato extraordinario. Tiene menús del día para cada día de la semana, a parte en Semana Santa y verano tiene el buffet que para el precio que pagas es bastante completo. Tiene la zona de ensaladas con varias hechas por ellos y luego para que tú te la hagas como quieras, después hay una carne, un pescado, pasta, patatas fritas y algo frito. También tienen la zona de arroz y una cantidad de postres caseros bastante grande.

Comimos una paella de marisco buenísima. El camarero un encanto . Buen precio

Hemos comido de categoría y muy contentos con todo como siempre 👍

Cuando llegamos y vimos que estaba en un pasaje,dudamos si se comería bien,al no ser temporada habían un par de mesas ocupadas,pero como la dueña por teléfono fue súper atenciosa, decidimos probar, comida muy buena raciones generosas,la fideua y el arroz a banda buenísimos,servicio de camareros atentos y simpáticos. Todo perfecto. Sólo decir que el buffet libre sólo es en verano.Tienen varios menús. Volveremos sin duda

Pasa un poco desapercibido por su ubicación, por lo menos entrando desde la avenida y no desde la playa. Hemos comido allí y aunque hemos llegado un poco tarde, nos han atendido igual. Resulta confuso que se llame "Restaurante-Buffet", y que no haya buffet. Explicado por el personal: lo habilitan en los meses de verano, mientras que el resto del año ofertan varios menús a elegir. Pedimos el propio del día, también el más básico, así que no puedo opinar de lo más "gourmet": una ensalada a compartir muy correcta, así como pan con alll i oli, el pan estaba recién sacado del horno; unas lentejas caseras a las que les hubieran sentado bien algún trozo de carne o verdura, aunque buenas de sabor; unos macarrones bolognese sencillos pero ricos; y de segundos, un plato combinado de merluza con algo de verduras, zanahorias baby, me gustó; y una carne, lomo en salsa con patatas fritas, que fue lo que más bueno me estaba, aunque la ración un poco justa de cantidad, que no de calidad. El vino, para ser de menú, que por cierto está incluido, estaba mejor de lo que esperaba de un Utiel Requena joven. Cayó entero. El menú incluía postres. Gran variedad, la mayoría de ellos caseros. Natillas correctas, aunque una crema/mousse de coco estaba más original. El café también correcto. El servicio muy bueno, nos atendieron tres personas, una de las cuales la dueña/gerente. Muy atentos, rápidos y serviciales.