Abarka Restaurante en Monesterio

Comida excelente en un restaurante y ambiente muy agradable.

Nos encantó. El lugar precioso. La comida exquisita. La pluma y la tarta de queso espectaculares. La atención fue excelente. Sin duda repetiremos.

Muy rico tanto las setas como el bacalao. Materia prima de primera calidad y buena cocina. Muy buena atención y amabilidad d Javier.

Espectacular la comida,el servicio y el lugar.

Hemos comido varias veces y todo perfecto, comida de calidad y servicio de peimera, el camarero muy amable y simpático.

Increíble experiencia. Comida riquísima, bien presentada, calidad... Y precio estupendo

En mi caso, aún no hemos probado el restaurante, pero hemos pedido para llevar. Todo lo que pedimos resultó muy correcto: patatas bravas, canelones, presa, carrillada...y mención aparte los postres: la clásica tarta de queso, y un postre de chocolate en salsa de menta muy agradable. Precios adecuados a la calidad(24€/persona, en nuestro caso). De manera que, la próxima vez, en el propio restaurante. ACTUALIZACIÓN: ya hemos ido a comer varias veces. La carta no es muy extensa (ya no lo es en casi ningún sitio), pero de buena calidad y raciones (y medias raciones) muy correctas. Si tenéis dudas sobre cantidades, se os aconsejará sobre las marcha. Muy recomendable, y aunque no suele estar lleno habitualmente, conviene reservar.

Excelente sorpresa en este restaurante Monesterio. Una bonita habitación en el piso de arriba, una terraza muy agradable (aunque a principios de agosto hace demasiado calor para almorzar allí) y un servicio super amable. Ese día compartimos un plato de jamón de bellota, patatas bravas y pluma de cerdo. ¡Todo estuvo muy bien incluso si las valientes patatas merecen una mención especial! Una muy buena dirección que sólo puedo recomendar.

Atención profesional y amable. Restaurante acogedor y bien decorado. Comida exquisita. Volveremos. Gracias por todo!

Sitio muy acogedor. Atención fantástica y amable. La comida llegó rápido. Lo mejor, los canelones: espectaculares. Pero el tartar de gamba blanca estaba muy avinagrado, demasiado. Carrillada tierna pero algo insípida y lo peor: estaba fría. Aún así, pienso que tuve mala fortuna simplemente. El restaurante estaba bien.