A Ostrería en Santiago de Compostela

La comida es muy buena, los camareros son muy amables, por poner una pega, va mucha gente y es complicado encontrar mesa, si vas hay un señor que te apunta en una lista y te llama. Yo no me lo perdería.

Dentro del mercado tanto este como el resto de negocios ofrecen unos platos típicos muy buenos. Los precios son razonables y el servicio es rapido

Buen servicio, precio y gran pizza.

Paramos a tomar algo antes de comer. Súper atentos, genial el servicio, y de los mejores mejillones que hemos probado en nuestro viaje a Galicia. Las croquetas de marisco también muy recomendables. Volveremos.

Hemos ido hoy a tomar un vino y al final ha caído una ración de volandeiras , una de ostras y almejas a la marinera. El dueño muy atento nos ha explicado todo y nos ha tratado muy bien. El ambiente es muy agradable , la música en el momento en que fuimos era reaggeton o algo similar...sólo cambiaría eso , poned música gallega , que teneis mucho bueno y variado. Totalmente recomendado!

Q gustazo es comer rico, dejarse llevar por las recomendaciones de Silvia (servicio inmejorable!) y disfrutar de lo más rico de la gastronomía gallega en un sitio fantástico

No puedes venir a Santiago y desaprovechar la autenticidad de comer en un mercado único, con encanto y mucho ambiente

Sin duda, de las mejores experiencias de nuestro viaje. La comida está muy rica, pero lo que hace el sitio único y mágico, es el trato del personal. Haced caso a sus recomendaciones, no decepcionan en absoluto. El vino riquísimo, ¡y tiran unas cervezas increíbles! Volveré siempre que pueda.

Teníamos ganas de mandanga y pegarnos un capricho por el trabajo realizado esos días. Y lo cierto es que, a la tonta la baila, el resultado fue espectacular y todos quedamos más que contentos. Si por nosotros dependiese nos habríamos pedido todo lo que ofrecían. Pero nuestros estómagos son igual de limitados que nuestra economía, por lo que tiramos de lo que teníamos más ganas. La camarera nos atendió especialmente bien y prácticamente que fuimos a tiro hecho con ella. Cogimos una centolla, unos pocos percebes, ostras, carneiros (no sabíamos lo que era así que nos pusimos a juguetear un poco), navajas, zamburiñas y, lo que creemos que fue la victoria del día, el tartar de Jurel. De remate pedimos una tarta de Santiago y unas filloas. Decir que estuvo estupendo y que volveremos sería decir poco.

Restaurante ubicado dentro del Mercado, con excelente servicio, ambiente agradable y comida muy rica, especialmente el pulpo con queso. Buen valor para el dinero. ¡Recomiendo!