A Mirada Maxica en Parada de Sil

06/12/2025: Comida casera de verdad. Hacía muchísimo tiempo que no comía en un sitio así: todo tiene ese sabor auténtico con unas recetas tradicionales sin artificios. La calidad es espectacular. El trato es cercano y el lugar muy acogedor. Una parada imprescindible en la Ribeira Sacra, totalmente recomendable.

24/11/2025: Un gran acierto y una experiencia absolutamente maravillosa. Fuimos un grupo de cuatro y salimos enamorados de cada plato. Los callos, de los mejores que hemos probado jamás: sabrosos, melosos y con ese punto perfecto que enamora. Los pimientos del piquillo rellenos, una verdadera delicia; suaves, equilibrados y llenos de sabor. El cordero y el codillo, increíbles: tiernos, jugosos y perfectamente cocinados, de esos que se deshacen solos y te hacen cerrar los ojos con cada bocado. Todo estaba para chuparse los dedos de principio a fin. La cocinera tiene una mano extraordinaria, se nota la dedicación y el cariño en cada receta. Y el servicio por parte de la camarera fue impecable: cercana, atenta, amable y siempre pendiente sin resultar invasiva. Da gusto encontrar sitios donde se cuida tanto la calidad como la atención. En resumen: un lugar que conquista desde el primer plato hasta el último. Volveremos sin duda, porque experiencias así no se encuentran todos los días. ¡Recomendadísimo! Att: Desde Cádiz!❤️Un gran acierto y una experiencia absolutamente maravillosa. Fuimos un grupo de cuatro y salimos enamorados de cada plato. Los callos, de los mejores que hemos probado jamás: sabrosos, melosos y con ese punto perfecto que enamora. Los pimientos del piquillo rellenos, una verdadera delicia; suaves, equilibrados y llenos de sabor. El cordero y el codillo, increíbles: tiernos, jugosos y perfectamente cocinados, de esos que se deshacen solos y te hacen cerrar los ojos con cada bocado. Todo estaba para chuparse los dedos de principio a fin. La cocinera tiene una mano extraordinaria, se nota la dedicación y el cariño en cada receta. Y el servicio por parte de la camarera fue impecable: cercana, atenta, amable y siempre pendiente sin resultar invasiva. Da gusto encontrar sitios donde se cuida tanto la calidad como la atención. En resumen: un lugar que conquista desde el primer plato hasta el último. Volveremos sin duda, porque experiencias así no se encuentran todos los días. ¡Recomendadísimo! Att: Desde Cádiz!❤️