Como anécdota especial de este lugar, a mitad del camino a Santiago me estaba muriendo de hambre; encontré un comedor pequeño, “A Bella Parada” en Boavista, entré y pedí el plato del día: fabada, se me hizo agua la boca; además, ordené una copa de vino blanco.
Mientras atendían a otros peregrinos, me puse a babosear por el lugar, vi que ya me estaban poniendo el plato y el vino sobre la mesa, así que fui al mostrador para pagar. Era un total de 10 euros, saqué la tarjeta y el señor me dice:
—Disculpa, no aceptamos tarjetas, solo efectivo.
En mi mente pensé: “¡Híjole! Creo que no tengo un solo centavo”. Lo repetí en voz alta:
—No creo tener más de 5 euros; por favor no me sirvas el plato.
Él me rebatió de inmediato:
—No te preocupes, ve, come y, cuando termines, resolvemos.
Me le quedé viendo y le pregunté:
—¿Estás seguro?
—Seguro. Ve tranquilo que tu comida se enfría.
Me fui a la mesa y mis ojos se llenaron de lágrimas; tenía ganas de llorar a moco tendido, creo que cuando caminas estas distancias tienes mucho tiempo para pensar, para analizar, y considero que uno está más susceptible a cualquier situación y ésta, para mí, no era normal, menos en un país del primer mundo donde no es común que te regalen algo.
Comí delicioso, estaba muy agradecido, me levanté de la mesa, abrí mi mochila y, buscando de moneda en moneda, junté los 10 euros, muy contento llegué hacia él diciéndole:
—¡Sí tenía los 10 euros! No sabes cuánto agradezco el gesto que tuviste.
Luego me enteré de que el mesón apenas tenía 30 días de haber abierto; pensé que este hombre tenía un gran corazón si me hubiera regalado la comida o permitido pagarle la mitad de la cuenta al yo no tener un centavo en mi bolsa, y más cuando apenas está iniciando. No podía irme sin un recuerdo gráfico de este lugar, le pregunte si era posible tomarme una selfie con él, no le hice ver lo bien que hizo con mi corazón y con mi estomago, solo tome la foto, y salí del lugar para seguir mi camino.
Carlos Lopez Ayerdi
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12 Agosto 2025
10,0
Un buen sitio para parar en el camino. Precios acordes a la zona. Tortilla de patatas riquísima y buen café. El camarero super atento, servicial y simpático. Sino llevas efectivo te permite hacer bizum. Además es un lugar muy bonito y acogedor.
RAQUEL ESPINAL LOPEZ
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23 Junio 2025
10,0