100 Montaditos - C.C. Marineda City en A Coruña

Montaditos que no dejan de ser mini bocadillos variados, mucha variedad además de otros platos propios de establecimientoa de comida rápida como este. Miércoles y domingos con oferta lo que hace que este todavía más concurrido que el resto de los días. Atención buen dentro de lo que es la atención en la comida rápida. Dentro del centro comercial Marineda City con lo que ellos conlleva de ventajas e inconvenientes. Ventajas de tener un parking gratuito cubierto e inconvenientes de tener que soportar las aglomeraciones que se puedan dar.

El lugar es muy chulo. La comida para ser precocinada está de diez y la preparan rica y rápido. Solo destacar que tengan más conexión visual con los clientes y mas cuidado con las conversaciones o las discusiones entre compañeras, y los desahogos por teléfono cerca de los clientes. Ya que los problemas internos no son para ser escuchados en público. De resto muy bien.

Muy bueno, lo malo es la cola para pedir pero es gracias a lo bueno y económico de la comida que se hacen las colas, igual se mueve rápido

Por supuesto. Buenos precios y buenas tapas. 😋

Lugar para tomar unos montaditos (pequeños bocadillos), unas 100 variedades.

Hay que estar pendiente cuando te hacen el cobro porque siempre te cobran algo s mayores que no pedisteis hay que revisar la factura muy detenidamente. Del resto excelente

Siempre es bueno tener un 100 montaditos a mano

Según la web, que puede estar mal, la hora de cierre es a las 23. No cierran a esa hora, que es algo habitual y en ese sentido pobres trabajadores, y qué habitual en la hostelería, pero desde algo antes de menos veinte no solo no sirven más cenas, que me parece aceptable, sino que tampoco sirven en modo alguno a la gente que ya está cenando dentro. Es decir, ni una bebida, ni saber qué pasa. Puedo llegar a entender que la caja se haya cerrado ya, pero siendo un movimiento habitual cerrarla y cobrar las ultimas cañas/aguas/equis en efectivo y meterlas en la caja del día siguiente, no acabo de ver la negativa. Una de las cocineras (mención a la chica que cogía los pedidos, agotada pero encantadora y al chico de pelo rosa que recogía las mesas, ídem) no salió de la cocina siquiera a comprobar qué querían las personas que se acercaban a la barra exactamente, solo los vio, a todos, y alzando la voz informó desde la misma que no iban a "poner nada más", es decir, no sabía ni si es una familia pidiendo un vaso de agua porque se atragantó un crío, ni si son dos señores que querían una caña más.

No es uno de mis sitios favoritos

No hay grandes sorpresas. Esta ultima vez demasiado pan y poco relleno. Bastante retraso