Descubre el mejor restaurante con terraza de cocina vegano en Chipiona

05/08/2025: !Espectacular! Primeramente, nos solucionó un dilema y es que una de las personas que venía a comer tenía que llevar a su perro porque iban en viaje en curso, y este lugar nos ofreció la posibilidad de comer dentro del local y dándole una atención al perrito increíble, le pusieron hasta un recipiente con agua y hielo. El sitio es precioso! Con un montón de espacio también para los niños, además de tener una especie de ludoteca que por 3€ la hora los chiquillos están con cuidadores y pasándoselo en grande, tienen piscinas hinchables, juegos, deporte…!nos encantó! A ellos muchos y a los adultos más que pudimos comer con tranquilidad, incluso tienen la opción de llevarse la comida al lugar de juego y comer con otros niños. La comida estaba espectacular, no hubo nada de lo que pedimos a lo que le pudiera poner fallo, las croquetas de coliflor riquísimas, la pasta, el atún…rico y calidad! Los postres también muy ricos, pedimos tarta de queso y unos bizcochitos de pistachos con helados, brutal ambos. Y el trato de su personal, muy cercano y agradable. Para terminar un cóctel en sus hamacas mientras nos íbamos dando baños en el mar…sin duda pasamos un día genial. Amenazamos con volver, sin duda alguna. Y el precio, relación calidad/precio inmejorable, nada abusivo. Seguid así!!!

04/08/2025: La ubicación es maravillosa, y está todo muy bien cuidado. Da gusto estar allí porque la comida está bien y el ambiente es estupendo. No obstante, tienen detalles importantes a mejorar que hacen que la experiencia no sea tan agradable como debería: El servicio es pésimo. Los camareros están muy mal organizados, caminan indolentes y ni siquiera se preocupan por las demandas de los clientes. No solo nos pasó ayer. El año pasado fuimos a cenar y la sensación fue la misma. No había forma de que un camarero viniera a tomarnos la comanda. Los 4-5 que pasaron por delante se limitaron a espetar un "Ahora mando a mi compañero" (que, por supuesto, nunca vino) o un "Un momento" (sin que a día de hoy sepamos si ese momento ha transcurrido). Por supuesto, ningún camarero levantaba la cabeza para vernos, mientras nosotros permanecíamos con la mano arriba llamándolos. Tuvimos que, literalmente, levantarnos de la mesa agarrar a un camarero del brazo y decirle que viniera a nuestra mesa a tomarnos nota. Y no solo nos pasó a nosotros, a la mesa de al lado le ocurrió exactamente lo mismo. Otro ejemplo: una sombrilla salió volando y cayó encima de una clienta y su hijo. Los comensales circundantes se levantaron alarmados para atender a la clienta y u hijo y ver si estaban bien, porque podía haber ocurrido una desgracia. Los camareros, a lo lejos mirando. A los 30 segundos, dos de ellos estimaron que ya podían acercarse y se limitaron a poner en pie la sombrilla, pero sin mayores miramientos. Nada de atender a la clienta sobre la que había caído la sombrilla. Con la cuenta, más de lo mismo. Dan ganas de levantarse e irse sin pagar, porque no hay forma de que te la traigan. Parece que les estás haciendo un favor. Otra cosa: el baño de hombres está sucio