Descubre el mejor restaurante de cocina tailandesa en Mataró

21/07/2025: La dueña del lugar es lo peorcito del local.

21/07/2025: Una experiencia muy decepcionante, tanto por el trato recibido como por la gestión del problema. Fuimos cuatro amigas a este restaurante y tres pedimos el mismo plato (Curry Massaman). Al llegar los platos a la mesa, nos llamó la atención que el mío era completamente diferente. Mientras los de mis amigas tenían una textura espesa y un color cremoso, el mío era líquido como una sopa, con un color distinto (rojo) y un sabor claramente diferente. Nada más servirnos, la camarera, que fue amable en todo momento, nos explicó que al ser un plato artesanal podía variar un poco de un plato a otro. Sin embargo, la diferencia era demasiado evidente como para justificarse de esa forma. Le comenté que el mío no se correspondía y ella se lo llevó a cocina para consultarlo. Poco después regresó la dueña. Sin apenas escuchar lo que yo intentaba explicar, insistió con un tono seco en que era el mismo plato. Se lo volvió a llevar y, al cabo de unos minutos, me lo trajo de nuevo. Esta vez el color era algo más parecido al de mis amigas, como si le hubiesen añadido un chorro de leche de coco para disimular el color, pero seguía siendo exactamente igual de líquido. Era una sopa, no el mismo plato. Entonces le pregunté si podía cambiar de plato, ya que ese claramente no estaba bien. Su reacción fue completamente desproporcionada. Empezó a hablarme de forma hostil, diciendo que lo tenía que pagar, que no iba a cambiar nada y que era el mismo plato. No ofreció ninguna solución, ni mostró la más mínima disposición al diálogo. En lugar de resolver la situación, la escaló. Finalmente, ante la tensión generada, fue la camarera quien se acercó, visiblemente incómoda. Se disculpó sinceramente y me ofreció cambiarme el plato, asegurándome que solo me cobrarían ese. Vimos que encima, reprendieron a la camarera, cuando el error viene de cocina y la mala gestión de la dueña. Salí del restaurante con una sensación muy desagradable. No solo por el plato, que simplemente pudo haber sido un error de cocina, sino por la manera en que la dueña manejó la situación, con soberbia, falta total de empatía y un trato agresivo, tanto hacia el cliente como hacia su propia empleada. Después de esta experiencia, consulté otras reseñas y vi que no es un caso aislado, ante cualquier problema o crítica, la respuesta habitual es el desprecio y la negación. Voy a añadir capturas de una reseña con la que me sentí completamente identificada, así como una respuesta escrita por la dueña a otro cliente, donde queda en evidencia su actitud prepotente y maleducada. Lo hago para que quede constancia de que lo que viví no fue una excepción, sino parte de un patrón. No recomiendo este lugar. Un restaurante no solo se define por lo que sirve, sino por cómo responde cuando algo no va bien. Y aquí, lamentablemente, fallaron por completo.