Los mejores restaurantes con terraza de cocina pasta y pizzería en Oliva

24/07/2025: Como clientes del camping, nos acercamos para tratar de reservar mesa para comer con una hora de antelación. Avisamos de que queremos arroz para 10 personas (unos 24 euros por persona). Nos toman nota del pedido y nos dicen que mejor a las 14:30. Llegamos a comer a las 14:20, 6 personas adultas y 6 peques, y pedimos algunos entrantes. El restaurante está casi vacío. Apenas 5 mesas más aparte de la nuestra. La responsable nos atiende con aire de desprecio y se ríe burlándose cuando pedimos huevos rotos sin jamón para una persona vegetariana. Nos pregunta para confirmar el arroz para 10. Esto ya nos extraña un poco, porque el pedido lo hemos hecho con mucha antelación para comer a una hora concreta. No nos advierten de que el arroz tardará más o menos, y durante la espera nadie nos avisa si ha habido algún problema que pueda provocar el retraso. Simplemente esperamos, con nuestras criaturas inquietas, impacientándose y con hambre. Entre tanto, eso sí, el resto de camareros, muy amables y atentos. El arroz al final llega a las 15:45. Una hora y 25 minutos después de nuestra llegada. Aunque el arroz no está malo, evidentemente no justifica la espera. Personalmente no volveré y no puedo recomendar a nadie la visita. Lo normal si reservo arroz para una hora es que esté listo para comer a esa hora o un poco más tarde. No que lo empiecen a cocinar media hora después de que lo pida. Si no confían en que vayamos a aparecer después de la reserva, pueden pedir una fianza o anticipo.

07/07/2025: Lo primero que nos dijeron al sentarnos es que no pidiéramos demasiada comida para no bloquear al cocinero. Textualmente. Y que nos hiciéramos a la idea de esperar. Todo eso, con mesa reservada con antelación. El arroz de pescado hay que encargarlo, porque si no, otra vez, les bloqueas la cocina. Aparte esto, y la absoluta falta de profesionalidad, el restaurante ya no es lo que era, pues ha cambiado de dueño, y la gestión actual, aparte de nefasta, se traduce en un brutal aumento de los precios y una calidad ínfima en la comida. Un tomate de calidad inferior al mercadona 18 euros con solo 5 trocitos de tomate raff. Los calamares son pota aceitosa, y la paella del señoret es quizá la peor de mi vida, con calamar viejo y seco y un arroz cocido en agua sucia. Para salir corriendo. Con el debido respeto, los dueños actuales no se merecen llevar un restaurante de tal categoría con esa magnífica ubicación junto a la playa. Precio final, bebiendo solo cerveza, 75 € por persona.