Los mejores restaurantes con terraza de otras cocinas internacionales en Benalmádena

18/07/2025: Horrible comida y servicio , claramente no allí para un buen negocio , era un indio . No necesita estos lugares en un complejo vacacional y reemplazar los restaurantes adecuados. Desordenado fuera Basta de decir

29/06/2025: Wow! Este lugar era tan bueno que volvimos al día siguiente! El entrante de las mejillas de cerdo era divino, pero superado por el queso de cabra que era, simplemente, el mejor que he probado. Al día siguiente volvimos por la red y el cerdo era excelente, pero, una vez más, fue superado por el atún. Tuvimos el tártaro para compartir como entrante y mi esposa lo tuvo como principal, lo cual fue increíble. Perfectamente cocinado. La única desventaja es que no están abiertos mañana, así que no podemos visitar una tercera vez! Bravo a todos los involucrados. Visita obligada.

21/09/2025: ¡Un pub genial en Torrequebrada! Propietarios holandeses. Puedes ver el fútbol, ​​tomar algo o picar algo. El ambiente es agradable y la clientela es internacional: no solo holandesa, sino también española e inglesa. ¡Muy acogedor! Aparcamiento justo enfrente.

17/09/2025: Comí un delicioso guiso y lasaña, genial.

03/10/2025: He rectificado mi reseña para evitar malentendidos y dejar claro que mi único objetivo es dar visibilidad a las condiciones laborales y abusivas que sufren muchos trabajadores en la hostelería, un sector clave para la economía de este país. 👉 Horarios: Es cierto que la jornada es de 8 horas con media hora para comer, pero en la práctica los turnos van de 11:30/12:30 hasta 19:30/20:30. Esto impide cualquier conciliación entre vida personal y profesional. Solo una persona en toda la plantilla tiene la posibilidad de salir a las 16h; el resto no. Además, los turnos no son rotativos, lo que explica el rápido desgaste y la alta rotación de personal. Aquí no vives, solo trabajas. 👉 Contrato: Cumplir la ley y dar de alta a un trabajador no es un mérito, es una obligación mínima. 👉 Categoría y sueldo: El contrato es de ayudante de camarero, pero las funciones corresponden a un camarero. A eso se suma un esfuerzo físico extraordinario debido al diseño del local (subidas y bajadas constantes por las escaleras), lo que genera un desgaste de rodilla que no todo el mundo puede soportar. Esa desproporción entre esfuerzo físico real y sueldo mínimo y precario es uno de los problemas principales, además de ser un abuso. Propinas: 👉 No recibí propinas, porque según el encargado hay que aguantar para merecerlas, lo cual me parece inaceptable. Para aclarar: pregunté a una compañera cuánto cobraba de mínimo y máximo, y además hice el cálculo de lo que se dejaba en propinas por mesa al día. La suma no coincide con la realidad diaria ni con lo que se promete en la entrevista (500 €/mes) y no porque los clientes no dejen buenas propinas que si lo hacen, es lo más alarmarte de todo; la cifra es, por tanto, engañosa y el reparto opaco. No hay que ser muy listo para saber hacer estos cálculos y sacar la media. 👉 Ambiente laboral: El trato hacia los nuevos empleados es terrible por parte de algunos compañeros. Un ejemplo: tareas que podrían realizarse sentado y con la misma eficacia —como abrillantar cubiertos en la cocina, fuera de la vista de los clientes— se obligan a hacer de pie, con el único fin de aumentar el desgaste físico. Otro ejemplo es la actitud de la chef hacia los camareros/as, con comentarios y gestos despectivos desde el primer día, algo que mina la motivación y refuerza un ambiente de humillación en lugar de cooperación. Conclusión: Esta reseña no busca dañar un negocio, sino poner de relieve que los abusos en hostelería no pueden seguir normalizándose. Un contrato laboral debería ser un acuerdo justo: si cuidas a tu plantilla, ellos cuidarán de tu negocio. Es un win-win. La hostelería no puede seguir funcionando a costa del desgaste de sus trabajadores. Denunciarlo no daña a un negocio; al contrario, es la única forma de dignificar un sector que merece respeto. Sharing my experience as a Mystery Worker: Shifts: from 8:00 to 20:00, straight through, leaving no possibility of life outside work. You don’t live — you just work. Physical and emotional strain: the restaurant is poorly designed, with staircases all over the dining area. Staff must go up and down constantly, which destroys the knees. On top of that, broken utensils (e.g. a cracked ice scoop) pose a risk of cuts. The strain is so intense that one colleague even suffered a retinal detachment. Salary & tips: minimum wage as a waiter assistant. Tips are where things get murky: newcomers don’t see any, and even those who last longer receive amounts that clearly don’t match what customers actually leave. Transparency is lacking and the distribution doesn’t add up. Work environment: the chef greets newcomers with disdainful looks and comments. Humiliations and poor teamwork dominate: new staff are loaded with the most tedious tasks, while disorganization creates constant chaos (one person tells you one thing, another says the opposite). Turnover: the staff changes constantly because very few can endure such tough conditions for such poor pay.

07/09/2025: Buena carta de platos con el campo de golf alrededor. Bonitas vistas verdes. Precios algo algo altos pero no excesivos para la zona.