Los mejores restaurantes con terraza de cocina mexicana en Orihuela

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Opiniones

Gatsby Gastronomía


Orihuela
14/06/2025: Una experiencia inolvidable en Rumours by Gatsby Villamartin Nuestra segunda visita a Rumours by Gatsby Villamartin confirmó lo que ya sospechábamos: es el mejor de la plaza con diferencia. De principio a fin, la experiencia fue absolutamente brillante. Empezamos nuestra comida con vieiras para compartir, perfectamente preparadas. Como plato principal, el Costillar de Cordero Especial fue excepcional y maridaba a la perfección con el vino Albariño que elegimos. Nuestro camarero, Lucas, nos brindó un servicio excepcional, y el gerente también fue muy atento. Para rematar, el aperitivo español de cortesía con pepino, lima, ajo y melón fue una sorpresa exquisita y refrescante. ¡Recomendamos Rumours encarecidamente!
11/06/2025: Este artículo es un poco largo, así que si estás pensando en venir y gastar mucho dinero... léelo. Mi pareja y yo hemos estado aquí varias veces, y él y su familia han estado aquí en numerosas ocasiones a lo largo de los años. Me gustaría empezar hablando de los dos fantásticos camareros que nos atendieron (Lucas y Rauhl), absolutamente fantásticos, un mérito para este restaurante. No tengo ninguna queja de ellos, son brillantes. En cuanto al gerente, necesita una formación seria en atención al cliente o una carrera diferente que no implique tratar con el público. Fuimos el 25/10/2025 la noche del homenaje a Robbie Williams, que fue fantástico. Éramos mi pareja y yo, y tuvimos que pagar 5 euros cada uno por la mesa (estamos encantados de pagar esto por una mesa en la terraza, y como estábamos en el Gatsby, que se enorgullece de la experiencia y de ser una cena elegante), todo empezó bien con buenos entrantes. Después de los entrantes, tardaron una hora y 20 minutos en servirnos los platos principales, lo cual no nos importó, ya que era una noche muy concurrida. Pedí una carbonara y mi pareja, la hamburguesa Waygu; su comida estaba bien, pero mi carbonara estaba helada. Le avisamos al camarero, quien se ofreció a recalentarla o cocinarla de nuevo, ya que mi pareja ya había comido y el menú indica que la pasta tarda 30 minutos, ya que es fresca. Además, esperamos mucho tiempo. Le dije que la recalentaría sin problema. Para cuando la recalentaron, mi pareja casi había terminado la suya. Le preguntamos al camarero si podía hacer un descuento o quitarla del menú, ya que pagamos el precio completo por pasta recalentada en un restaurante de alta gama que se enorgullece de su pasta fresca. Se disculpó, fue genial y dijo que hablaría con el gerente. El gerente mandó al camarero de vuelta y este le dijo que si no quería pagar, no la comiera. Nos pareció chocante, así que pedimos hablar con el gerente, quien se acercó y repitió que si no querían pagar, no se lo comían. Sugirió que lo cocinaría de nuevo. Pero para entonces, mi pareja ya había terminado y yo no quería esperar, pues ya habíamos esperado una hora y 20 minutos. Le explicamos que lo agradecíamos, pero él insistió en que pagáramos el precio completo por la pasta recalentada. Le dije que no la pediría y se la llevó. Mi pareja me preguntó si podíamos ofrecernos alguna compensación por ello, ya que no había cenado. Después de varias idas y venidas, el gerente aceptó dos postres gratis, lo cual aceptamos con gusto. Recibimos los postres y entramos a pagar. Pero entonces, para nuestra sorpresa, la cuenta incluía uno de los postres gratuitos que nos habían prometido. Se lo preguntamos al gerente, quien dijo que solo ofrecía un postre gratis y que debíamos pagar. Le explicamos que nos invitaba la casa a ambos, pero él insistió en que solo ofreciera uno y que debíamos pagar. Le expliqué por qué habríamos aceptado gastar más dinero después de esa horrible experiencia. Aceptamos los postres gratis, ya que se suponía que era un gesto de buena voluntad. Se negó durante más de 10 minutos a quitar ese postre de la cuenta, pero nos mantuvimos firmes en nuestra postura, pues al final del día había cenado menos y me dijeron que pagara el precio completo por la pasta recalentada o que no la comiera. Finalmente, después de una eternidad, accedió y dijo que quitaría el otro postre, pero que ahora serían sus empleados quienes lo pagarían y que nunca más lo volvería a hacer. Le dijimos que no se preocuparan, que no volveríamos. Pagamos la cuenta, les agradecimos que finalmente cumplieran su palabra y les deseamos buenas noches. Tomen esto como quieran, pero si el gerente se hubiera disculpado por la situación y hubiera ofrecido la pasta recalentada gratis o algo de cortesía, todo habría estado bien. Pero este hombre necesita unas clases de atención al cliente. Me sorprende mucho cómo es un gerente.


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