Los mejores restaurantes de cocina marisco en el barrio la Barceloneta de Barcelona

11/12/2024: Lindo lugar, pero muy concurrido, pareciera estar de moda. Los camareros con muy buen trato pero un poco de falta de profesionalismo

08/12/2024: Y un vermú torero en el Jaica. Es un tesoro para quienes buscan una taberna auténtica, algo que contrasta con muchos de los locales más turísticos de la zona. Este pequeño bar, ahora ya son dos locales, se ha ganado su fama por ser una parada obligada para los amantes de las tapas caseras y el ambiente informal. Las Bombeta es in duda, una de las estrellas de la carta. Estas bolas crujientes con un interior cremoso son una explosión de sabor, especialmente con la salsa picante que las acompaña. Perfectas para compartir y empezar la experiencia. Destaca la Raspa un guiño a lo más básico pero delicioso de la cocina marinera. Comer la raspa tiene algo de ritual es un bocado sencillo que te conecta con la tradición de la Barceloneta, ese toque de bar de toda la vida. El vermut es el complemento ideal. Ademas el ambiente es otro de sus puntos fuertes. En su clientela, se mezclan locales nostálgicos, jóvenes en busca de autenticidad, y algún turista que ha oído de su buena fama. Hay un bullicio agradable, con camareros que van a mil por hora pero que siempre tienen una sonrisa (aunque con un toque de humor característico de la zona). Un paseo por la Barceloneta, seguido de unas tapas en el Jaica, es la combinar la tradición marinera con la energía de Barcelona. Es cierto que puede ser turístico, pero lugares como el Jaica conservan la autenticidad que te hace sentir parte de la ciudad. Un día perfecto para disfrutar sin prisas, con los pies en la arena y un vermu en la mano.

03/12/2024: Nos lo pasamos muy bien con amigos. El servicio, el lugar, la paella, ¡todo perfecto!

01/12/2024: En un rincón privilegiado frente al mar, este restaurante ofrece una experiencia que combina gastronomía y ambiente relajado. El espacio destaca por una decoración cuidada, donde los techos con elementos de fibras naturales y la iluminación cálida crean un entorno acogedor que invita a disfrutar sin prisas. La música suave de fondo y el suave murmullo del mar complementan perfectamente el ambiente, ideal tanto para una comida tranquila como para reuniones en buena compañía. La atención del personal fue destacable, siempre amables y atentos, asegurándose de que cada detalle de la experiencia estuviera a la altura. En cuanto a la comida, las opciones de la carta equilibran tradición y frescura. Se comenzaron con unas gildas que sorprendieron por su presentación y el equilibrio entre los sabores salados y ácidos, gracias a las aceitunas de calidad y los encurtidos perfectamente marinados. A continuación, se sirvió un plato de jamón cortado fino y dispuesto con esmero, cuyo sabor y textura confirmaron la calidad del producto. El menú ofrece una variedad interesante, desde carnes a la brasa como el solomillo, hasta opciones de pescado fresco y arroces que capturan el espíritu mediterráneo. Los precios son adecuados considerando la calidad de los ingredientes y la ubicación privilegiada. Además, los postres como la tarta de queso o el tiramisú invitan a cerrar la experiencia con un dulce toque. La única recomendación sería un ligero ajuste en los tiempos de servicio, especialmente en horas punta, para mantener el flujo constante entre los platos. Sin embargo, el ambiente y la calidad compensan cualquier pequeña espera. #CocinaMediterránea #VistasAlMar #AmbienteAcogedor #GastronomíaLocal

11/12/2024: Como siempre la comida es buena a menudo venimos a comer en pareja o en compañía , lo único que hay que mejorar es el comportamiento grosero de los propietarios, allí señora baja y morena que le dará la bienvenida a la terraza le hará sentarse diciendo sí solo porque le harán pena nunca en ningún lugar he encontrado esto, por lo demás lo recomiendo solo para los productos buenos no para el personal altanero

09/12/2024: siempre es un acierto ir al Salamanca, primero por el personal, después la comida y el lugar,. hace ocho años que lo descubrí (el tiempo que llevo viviendo en Barcelona) y me volví fijo, es lo que tienen los sitios donde uno está a gusto