Los mejores restaurantes en Marbella

24/04/2025: El único atractivo es el mostrador. La comida regular y a precios desorbitados, el servicio fatal a más no poder. Y tardaron tanto las gambas a la plancha que pedimos que lo cancelaran. Nada recomendable.

15/06/2025: Una verdadera joya en San Pedro de Alcántara!!! Somos amantes de los helados y siempre andamos buscando lugares especiales, con sabor auténtico y calidad auténtica. Desde que descubrimos esta heladería, hemos dejado de buscar. Es, sin duda, la mejor heladería de Málaga. Sus helados tienen esa textura y ese sabor que ya no se encuentran: cremosos, equilibrados, hechos con mimo. Se nota la calidad de los ingredientes y el cariño que le ponen a cada detalle. Nos recuerdan a aquellas heladerías artesanas de toda la vida, como la que mis padres adoraban y a la que eran fieles cada verano. Aquí siento esa misma familiaridad, ese mismo cariño y ese gusto por hacer bien las cosas. Además, los dueños son encantadores. Se nota que disfrutan lo que hacen y lo transmiten en su atención cercana y amable. Una heladería de las que ya no quedan, para volver una y otra vez. GRACIAS DE CORAZÓN!!!

19/04/2025: Estamos super satisfecho con el helado, son super majos las personas que trabajan aqui y tienen muy buenos sabores de helado, esta heladeria es recomendable.

22/06/2025: Vine con mis hijos al STARLITE y nos alojamos en un Airbnb en San Pedro de Alcántara. Preguntamos a los lugareños donde desayunar y nos recomendaron este sitio. Un acierto 100%. Todo riquísimo, a un precio razonable, la calidad excepcional y con un servicio de 10. Volveremos seguro, de hecho desayunamos los dos días del fin de semana. Probar los molletes, super crujientes y los churros y porras recién hechas y muy aéreas. Gracias chicas.

29/03/2025: Magia de la churrería, donde el tiempo se congela… excepto los precios, que suben con sigilo, como un ladrón en la noche. Tú, ingenuo viajero, lees la carta como si fuera un contrato sagrado, pero ay, qué iluso: la verdad sólo la susurra el camarero al final, cuando el hechizo se rompe y la cuenta te despierta de tu dulce engaño porque han subido los precios pero no actualizado la carta. Qué arte, qué audacia, qué oda a la picardía. Renovar la carta sería vulgar y actualizarla, una ofensa a la tradición. No, aquí se juega al desconcierto, a la emoción de lo inesperado, al sublime placer de pagar más de lo que creías. Porque en este templo del despiste, el precio real no está escrito: se siente, se sufre y se paga. No pienso volver y animo a que nadie vaya para que no se sienta engañado.