Los mejores restaurantes de cocina africana en Gijón

10/11/2025: Teníamos reserva a las 14:30 y, al llegar, no aparecía por ningún lado. La gestión de las mesas es un caos absoluto: no llevan agenda ni ningún tipo de control. Tras más de 15 minutos de espera y poniendo en duda que realmente hubiéramos reservado, nos acabaron sentando en la zona del bar, ruidosa y mal organizada, donde la gente de la barra chocaba continuamente con nuestra mesa. Fuimos expresamente por el cordero a la estaca, anunciado en su web y en su carta para los sábados y domingos, pero el camarero nos dijo que no había “por ser sábado”, algo sin sentido (Dejo foto de la carta para que se vea que el cordero está disponible sábados, domingo o encargos). Pedimos callos y, pese a preguntar por el tamaño, nos trajeron una ración enorme. Pedimos pan y jamás llegó… pero lo que sí llegó fue su cobro, un pan fantasma a precio de pan “de calidad” que en ningún momento aparece especificado en la carta. El momento más surrealista fue cuando llegó el cachopo, el camarero no sabía para qué mesa era y lo paseó por todo el local antes de traérnoslo. Y encima, el cachopo de cecina y queso de cabra fue otra decepción, estaba seco, sin sabor y lleno de aceite. Con este panorama, ni nos planteamos pedir postre siendo ya casi las 17:15. El servicio tampoco acompaña, camareros con mala cara y poca disposición. Lo único positivo es el aparcamiento privado. Por lo demás, una experiencia muy decepcionante. Las buenas reseñas que tienen no se parecen en nada a la realidad. Edito a mayores: pedimos el cachopo sobrante para llevar y cuando llegamos a casa no era nuestra comida. Nos dieron los restos de otros comensales.

10/11/2025: Nuestra experiencia fue realmente decepcionante. Fuimos a comer y, al pedir que nos prepararan lo que sobró para llevar, terminaron entregándonos la comida de otros clientes. El personal se mostró constantemente malhumorado y con muy poca disposición, como si no tuvieran interés en atender. Además, perdieron nuestra reserva y el encargado insistió en que no existía, incluso llegando a un tono que se sintió intimidante. Finalmente nos ubicaron en una mesa muy mala, justo en la entrada, con la corriente de la calle entrando todo el tiempo. En conjunto, una experiencia nada recomendable.