Xiringuito Can Juli en Cadaqués

Buena comida, buen servicio, ambiente muy agradable y precio muy razonable. Menú con varias opciones de primero y de segundo más postre y bebida por 23€ El dueño súper amable y atento Muy recomendable

Fuimos un grupo grande de amigas para realizar una celebración. El teléfono de contacto con el restaurante es el número del propietario, con quien realizamos la reserva con antelación, aunque para ellos es preferible llamar cerca de la fecha para concretar. Al ser grupo, ellos te piden que hagas menú cerrado para no manejarlos mal ya que dicen que sino la comida se te puede alargar más. Consiste en varios primeros (que nos permitieron adaptar), vino y agua, y arroz/lubina o entrecot por 40eur. Para nuestro grupo fue mucha comida y sólo hicimos una botella de vino y la mayoría no hizo postre. En otra ocasión hubiéramos decidido hacer carta (pero para ellos parecía ser mejor menú). Musica en vivo con un guitarrista.

Personal muy amable y buena comida con una pequeña vista al mar :)

Muy bien, el servicio, la comida, la calidad-precio. El Sitio no es bonito pero come muy bien. Cogimos arroz caldoso de marisco por 4, éramos 5 para que llevábamos un chaval. Quedamos hartos. También cogieron ensalada marinera para picar y era muy buena.

La comida muy buena y la atención excelente, fuimos un par de días y a destacar la mariscada, y la paella de marisco, volveríamos 😀

Gran descubrimiento en Portlligat. Carne y pescado a la brasa espectaculares. Personal amable y servicial. Servicio rápido, a pesar de estar lleno de gente. ¡Volveremos!

Es un lugar apartado al lado del parking N4, un poco caro creo, se están aprovechando del turismo.

Hemos comido muy bien, el servicio ha sido excelente, los camareros super atentos no se puede pedir más. Lo recomiendo 100x100

Excelente comida y atención, en un entorno muy tranquilo cerca del mar. Volveremos!!!

Can Juli: un xiringuito con esencia de siempre en Portlligat. Uno de esos xiringuitos de toda la vida. Está en Portlligat, así que el éxito está prácticamente asegurado: un lugar paradisíaco. Como buen xiringuito, viene con su ejército de moscas y su ruido de fondo. Pero eso también forma parte del encanto. La ensalada de atún, tomate y cebolla es más que abundante, demasiado incluso. Ninguno de los tres ingredientes destaca especialmente ni por presencia ni por sabor. Es una ensalada de batalla, sin más. En cambio, tanto la butifarra como el pollo a la brasa estaban realmente sabrosos. Muy buenos. Quizás se les fue un poco la mano con la sal gorda por encima, y sobraban unas cuantas patatas. Una sola patata al horno o a la brasa bien hecha habría cerrado el plato con nota. De postre, un flan de huevo que estaba tan bueno como pequeño. Daba la sensación de ser casero. Lo único que sobraba era la nata: qué manía tienen de acompañar los postres con eso.