Torre Blanca en Fuengirola

Un pub pintoresco donde los lugareños se reúnen para tomar una cerveza después del trabajo en un ambiente agradable. Disfrutamos de una cerveza fría y un zumo por casi nada. Gente amable, un pub sencillo de barrio. Dentro, puedes empaparte del ambiente animado bajo las luces de neón y charlar con la gente del lugar, o sentarte cómodamente en la terraza de la plaza de la iglesia. Una de las mejores experiencias, incluso (¿o quizás precisamente por eso?) que no comimos nada. "Sencillo y auténtico" lo resume a la perfección.

Pescado a tope en Fuengirola. Muy bien

Bar de barrio, buena atención, la calidad del producto muy regular

Nos topamos con el Bar Torreblanca (Plaza del Carmen 1) una cálida tarde de verano y no podríamos haber estado más contentos con el hallazgo. El lugar estaba lleno de gente local, justo lo que esperábamos, así que tomamos una cerveza fría afuera hasta que se liberó una mesa. Probamos una variedad de entrantes, pescados y carnes: todo sabía a casero, auténtico y delicioso. Las raciones eran generosas y los precios increíblemente justos para la calidad. El servicio fue encantador, profesional y de buen humor: auténticos profesionales que se preocupan por el cliente. Un auténtico local español; muy recomendable. Espero volver algún día. ⭐⭐⭐⭐⭐

Un ambiente genial en este pequeño restaurante-cafetería. Mesas al aire libre en la plaza frente a la iglesia, bellamente iluminada por la noche. El menú tenía muchas opciones, y nos decidimos por el pulpo a la gallega y el pargo rojo. El pulpo estaba tierno y muy sabroso. El pargo rojo estaba asado a la parrilla y en su punto. Comida deliciosa que superó nuestras expectativas. Visiten este lugar y compruébenlo ustedes mismos.

Siempre que veraneamos en los boliches reservamos mesa para el mediodía. Todo casero, del día y un trato como en casa. Un 10.

Buenas comida , trabajadores muy agradables y una personalidad insuperable, muchas gracias por estos dias

Desde críos hasta la fecha, somos del mismo barrio y nos sabemos cuidar tanto en los meses de invierno como en verano... La calidad es siempre la misma, como comer en casa, lo único es cuando llega el verano con lo que eso conlleva... Los camareros y los clientes de siempre, nos tratamos de adaptar por un par de meses con la tolerancia posible a todo tipo de actitudes, comportamientos y niveles de educación que en mayoría son positivas pero si que algunos ni pueden y ni les espera... En fin... Que olé por tantos años haciéndonos disfrutar de ese rinconcito bolichero.

Raciones de calidad. Todo muy bueno y precios bastante razonables

Cenamos en 3 ocasiones durante nuestra estancia en Los Boliches, todo riquísimo, la atención genial para lo desbordados que estaban.