Desde que abrió el Bowl Haus soy clienta habitual. Después de varios años puedo asegurar que es mi sitio preferido en Costa Teguise. Cada vez que voy me sorprendo más con lo increíblemente ricos que están los bowls. Puedes elegir los ingredientes a tu gusto por lo que nunca repites el mismo sabor. Un menú con tantas posibilidades que es imposible aburrirse. Además Víctor es la mejor compañía que puedes tener para disfrutar mientras comes. Afable, Amable, Ameno, Amistoso, Atento,… en fin resumiendo: ENCANTADOR!
Sin duda seguiremos acudiendo fielmente. Un fuerte abrazo Víctor!
Desde el primer vistazo, este bowl es un espectáculo visual: colores vibrantes que parecen pintados por un artista. La presentación no es solo impecable, es un poema estético que invita al comensal a deleitarse lentamente con cada detalle.
Al probarlo, cada ingrediente canta su propia melodía, pero juntos forman una sinfonía de sabores. El equilibrio entre texturas —crujiente, suave y cremoso— es simplemente perfecto. Cada bocado sorprende con una complejidad que habla de una cocina pensada con amor y precisión.
El uso de ingredientes fresquísimos no pasa desapercibido; puedes sentir la calidad en cada bocado. La mezcla de sabores es un viaje alrededor del mundo: desde notas especiadas que evocan mercados exóticos hasta toques dulces y cítricos que refrescan el paladar.
El bowl no es solo comida; es una experiencia sensorial que redefine lo que significa comer bien. Ideal para aquellos que buscan más que una comida: un momento inolvidable.
Recomendado sin reservas.