Tasca láska en Málaga

Hemos ido varias veces y sin duda seguiremos repitiendo. La comida está espectacular y viene presentada de una manera muy elegante, el bar es súper bonito y la atención maravillosa. Super recomendable.

Buen servicio, comida deliciosa.

Éramos dos para una comida/cena tardía. El personal hablaba inglés, así que no tuvimos ningún problema con el servicio. La comida estaba muy buena; pedimos tapas y paella de chorizo. Preparada rápidamente y con esmero. Lo recomiendo :)

Estoy recorriendo Andalucía y fue de las mejores cenas que tuve en España! Me deje sorprender por el ambiente y su comida Deliciosa a cargo del Cheff Argentino;) El lugar es bellísimo pero el personal roba sonrisas y carcajadas, Absolutamente RECOMENDABLE!

Hace unos días paramos en este restaurante en Málaga y encontramos comida excelente, un ambiente agradable y un servicio excelente. Lo recomiendo sin duda.

Comida excelente, servicio rápido y agradable, ambiente acogedor. Lo recomiendo y me sorprendió mucho que me dieran el menú en eslovaco. 😊

Gracias al propietario por la encantadora bienvenida, la comida fue increíble 👌

Probé las tapas con cerdo, champiñones y aderezo de trufa, ganadoras del concurso de tapas, y estaban realmente deliciosas. El ambiente es muy agradable y el servicio es muy atento. Me sorprendió el menú en eslovaco.

Restaurante perfecto y mágico, con un ambiente encantador y un servicio excelente y organizado. La comida es excelente, tanto en sabor como en presentación. Un paraíso para el paladar. Lo recomiendo y, si es posible, con gusto volveré.

Paramos aquí a cenar porque ¿dónde más se podía ir a comer comida tradicional malagueña que a los eslovacos? Tiene sentido, ¿verdad? Las reseñas ya habían predicho que no sería una mala elección, pero la realidad fue "delicioso". El servicio fue agradable, la comida deliciosa. Empezamos con un entrante estilo tapas: una minihamburguesa, gambas al pil pil y fideos fritos con gambas y sepia estaban buenísimos. La paella (en realidad dos: de pollo y marisco) desapareció como si no hubiéramos comido en una semana (¡y de verdad que sí!). Me salté el postre (con el espíritu checo-eslovaco, lo acompañé con cerveza), ¡pero también tenía muy buena pinta! En resumen, me alegro de que paráramos allí la última noche antes de irnos, si no, no habría ido a ningún otro sitio. ¡Gracias!