Tasca Bodega La Aldea De Cervantes en Socuéllamos

Hemos repetido y acierto total. El local lo habían reformado y ampliado. La comida como siempre espectacular y esas gambas de Huelva que nunca las he probado así de ricas en ningún sitio. El trato y el servicio geniales. Así da gusto comer en familia.

Una comida de escándalo, tiene mucha variedad y las raciones son grandes, el servicio es rapido y agradable y el ambiente es genial sin duda un lugar a recomendar en Socuéllamos.

Fuimos para ver la BODEGA CERVANTES (Socuéllamos, Ciudad Real) que como habíamos leído que es Una joya castellanomanchega escondida entre la tradición y la excelencia. Por fuera describe un sitio castellano clásico ly al entrar es un aire fresco de luz , buen ambiente limpieza , un sitio muy cómodo donde disfrutar. “Antes… y ahora: un viaje desde lo clásico hasta lo sublime.” EL CAMBIO DE AMBIENTE: DE BODEGA DE BARRIO A TEMPLO GASTRONÓMICO Hubo un tiempo en que cruzar las puertas de Bodega Cervantes era como entrar en la casa del abuelo: suelo gastado, mesas de formica, cañas bien tiradas y el murmullo constante de las conversaciones de siempre. El aire olía a vino, a tapas de toda la vida, a barrio. Pero hoy… el ambiente ha mutado sin perder alma. Ahora, el espacio respira modernidad sin pretensiones. La madera cálida y los detalles cuidados conviven con la autenticidad de siempre. La atención, impecable. La barra sigue siendo el corazón del local, pero ahora late con ritmo más pausado, más elegante. El sonido ya no es murmullo, es música: de risas, brindis, y cucharas celebrando cada plato. 1.Decidimos disfrutar de Las Cañas y Tapas - y de Maridaje castizo elevado a arte la caña muy bien tirada .Nada como abrir una experiencia gastronómica con diez cañas servidas con maestría, espuma cremosa, temperatura precisa, y acompañadas de su tapa correspondiente. La 1@ tapa: .Está tapa que es un puro homenaje al sabor a: jamón cuidadosamente loncheado, dispuesto sobre una cama de tripa de tomate y encima cebolla frita y con un toque de aceite de oliva. La 2@ tapa: Desde alta mar traídas unas gambas muy frescas cocidas, unas 6 unidades para 2 personas. La 3@ tapa: Una tapa que transforma lo cotidiano en extraordinario: montada sobre pan de pueblo cubierto de cama de tripa de tomate con un delicioso y cremoso queso manchego con una anchoa buena no es de santoña pero muy buena. La 4@ tapa de ACEITUNAS: Y entonces, , llega la tapa de aceitunas. Pero no es cualquier tapa: es la bienvenida secreta del chef. Brillantes, carnosas, con un aliño que parece tener siglos de perfección detrás: ajo, pimentón, hierbas aromáticas y ese toque de aceite virgen extra que convierte lo simple en sublime. No solo acompañan la caña. La elevan. Son el prólogo perfecto para el festín que vendrá. La 5@ tapa 2. Croquetas – El desfile celestial de las texturas. Una sinfonía de croquetas en seis actos: jamón, cabrales, gamba, cecina y bacalao. Cada una de ellas con su propio tempo y carácter. Crujiente por fuera, suave como un susurro por dentro. El chef logra un equilibrio perfecto entre intensidad y delicadeza. Si Ferran Adrià hiciera croquetas, serían como estas. 3. La Tarta de Pistacho – Postre con final de ovación. El clímax dulce llega con la tarta de pistacho, una creación que roza lo celestial. Suave, cremosa, con trocitos crocantes de pistacho por encima y una bola de helado que acaricia el paladar. Es como si cada cucharada te leyera un poema persa en la lengua. Veredicto final: Una experiencia que redefine lo que entendemos por tapeo. Por 41 €, el comensal se adentra en un recorrido sensorial donde la tradición se encuentra con la alta cocina de forma sincera, honesta y apoteósica. La Bodega Cervantes no solo sirve comida: ofrece memoria gastronómica.

Buenos profesionales. Buena comida. Muy recomendable.

Comida de carnaval. Restaurante a rebosar y a pesar de ello, un servicio EXCEPCIONAL. Todos los platos de primera calidad. La carne y las gambas excepcionales. Comida opipara que merece el precio por cabeza que pagamos (50€). La torrija casera y el tiramisú bocata cardinale. El trato espectacular. Y los camameros/as: auténticos profesionales de la restauración. Todos los platos servidos sin demora. Detallistas, amables y supereficaces... Somos de Madrid y fuimos allí con socuellaminos/as de pro. No sé como serán los demás restaurantes. Este merece 5 estrellas. Mis amigos me dicen que firman esta reseña

Un sitio fantástico. La comida exquisita, meteria prima de primera calidad. Bien servido. Los postres caseros y riquisimos. Muy buena relacion calidad precio. Muy recomendable. Repetiremos seguro.

Comida muy rica y las raciones grandes. Para dos personas, cenamos con medias raciones y eran muy saciantes. La atención muy buena.

Buen servicio, buena comida, la presa ibérica espectacular

Excelente comida y servicio. Atención realmente buena. El menú del día tiene una relación calidad precio que llevaba tiempo sin ver. Un sitio en el que comer si estamos en Socuéllamos.

Restaurante con unos platos exquisitos, todo muy rico y el servicio de 10, Luis un profesional, lo recomiendo 100%