(16.07.2024) La experiencia podría haber sido mejor, pero no fue así. Afortunadamente, nos dieron mesa al instante y pudimos comer. No tengo foto del ticket porque no nos lo dieron, pero de primero pedí una ensalada y de segundo croquetas de cocido con patatas bravas. Para empezar, la ensalada no tenía lechuga. Solo estaba compuesta por cebolla, pepinillos y tomate. Sin embargo, las croquetas estaban bastante buenas, al igual que las patatas. El trato al cliente diría que fue cotidiano, más tirando al típico bar de pueblo que a un restaurante. El camarero iba a su ritmo, pero eso no nos perjudicaba a nosotros. Lamentándolo mucho, creo que será mi última vez en comer en este establecimiento.