EL BODEGON, España en Vélez-Málaga

Vine aquí antes. Lo que llama la atención es el bullicio y ambiente que irradia este restaurante una y otra vez. Hoy, 3 de enero de 2025, ya estaba muy ocupado a las 10 de la mañana.

El calamar espetado y la brocheta son obligación probarlos. Están muy buenos. Buena cocina a buen precio en buenas instalaciones.

Lugar muy bonito con bonitas vistas. La comida es deliciosa.

Hemos ido un par de veces y la verdad es que no decepciona. La comida buenísima y el precio razonable. El personal muy atento siempre y majísimos todos.

Muy buena comida cerca del mar A pesar de estar siempre llenos la atencion por parte del personal es excelente. Amables y atentos. La comida como siempre es un 10/10 Destacar la atencion de Begoña y Carlos, siempre atentos y pendientes que no nos falte de nada. Siempre volvemos y seguiremos volviendo.

Almuerzo espectacular: comida deliciosa, gran variedad y precios muy razonables. El servicio fue rápido y amable. ¡Recomendadísimo!

Segunda visita, muy buena experiencia, recomendable. Muchas mesas, menú muy español/tradicional (al menos en mi opinión), comida sabrosa y buen tamaño de porción, cuando te traen la comida, te lo dan todo casi uno tras otro. No estafan con billetes. Gran lugar para llevar a los invitados a comer auténtica comida española.

Comida buenísima la ensaladilla de marisco espectacular había muchísima gente pero el servicio ha sido muy rápido había muchos camareros sin duda volveré

Muy buen sitio donde puedes tomar de todo: pescado, carne, pizzas, ensaladas. Raciones enormes y de calidad. Servicio buenísimo. Gran terraza para disfrutar el clima local.

Estuve un domingo para almorzar, hacía bastante calor, así que no fue una comida muy agradable. El restaurante es una enorme terraza que está en medio de nada, sin vistas y rodeado de pisos y aparcamientos, sin ninguna sombra salvo el toldo. Si a esto le sumas un día de calor, la experiencia no puede ser muy buena. El restaurante está hasta los topes y es imprescindible reservar con días de antelación. El servicio es bastante caótico. El responsable de pedir la comida va de mesa en mesa por orden de numeración de la mesa y no de llegada, así que desde que pedimos la bebida hasta que pudimos pedir la comida, pasó más de 20 minutos. El resultado es bastante dramático, ya que cuando llega la comida la bebida o está terminada o está caliente. Para pedir una nueva bebida, también es complicado, así que lo normal es que cuando llega la bebida ya has terminado de comer o se ha enfriado... En cuanto a la comida, pedimos pulpo a la gallega (regulero de calidad y sabor), espeto de sardinas (frescas y con excesiva sal) y puntillitas (que estaban especialmente buenas) que salvaron el almuerzo. El precio bastante razonable, nada caro.