Sensur Gastrobar en Ronda

Tuve una experiencia maravillosa en Sensur Gastrobar. Desde nuestra llegada, el ambiente fue cálido y acogedor; la decoración, elegante y acogedora, lo convierte en el lugar perfecto para relajarse y disfrutar de una buena comida. Como aperitivo, nos sorprendieron con dos tipos de aceite de oliva para degustar, un detalle encantador y considerado que marcó el tono de la velada. La comida estaba presentada con gran atención al detalle, y cada plato que probamos estaba delicioso. Se nota que en la cocina se prioriza tanto el sabor como la presentación.

Comida buenísima, los camareros encantadores y serviciales. Super recomendable!!!

Un Gastrobar muy bonito y con buen ambiente. Creo que en general con la comida aun les falta lograrlo. Pedimos, croquetas, pollo, hamburguesa y de postre una piña colada. Las presentaciones muy buenas pero siempre faltaba algo de sabor. Quitando esto, el tinto de verano muy recomendable.

Un restaurante que merece ser reconocido. El local está muy bien decorado y el servicio fue eficiente. Es un bistronómico que ofrece platos que fusionan la gastronomía andaluza y japonesa, y debo decir que el equilibrio de sabores es muy logrado. Excelente relación calidad-precio.

Restaurante tranquilo y con buenas opciones gastronómicas para una ocasión especial. A continuación, detallo los platos que probamos y mi opinión sobre ellos: Antes de empezar, te ponen una cesta con pan y picos y aceite de oliva, un gran detalle. 1. Empezamos con el canelón de rabo de toro con bechamel de queso payoyo y salsa de Pedro Ximénez. Estaba muy bueno, pero no me sorprendió. No conseguí distinguir el queso payoyo, para mí muy plano. Un poco excesivo el precio (17€), para la cantidad que te ponen. 2. Croquetas de jamón con papada ibérica. Sin duda, el plato con el que me quedo. De las croquetas más buenas que he probado nunca. Muy cremosas, explosivas en boca y con un sabor intenso a jamón ibérico. 3. Saam de langostinos en tempura. Al igual que las croquetas, todo un acierto. Un picante que se difumina pronto en boca. Un bocado que merece la pena. 4. Costilla de vaca a baja temperatura. La carne muy buena y muy bien de cantidad en relación con el precio. No me convenció la ensalada de guarnición, pero sí el puré de boniato: cremoso y suave de sabor. Lástima que la carne estuviese templada y, apenas pasados unos minutos, tuvimos que comer la carne fría. 5. Postres. No te puedes ir del lugar sin probar sus postres. Para mí, ¡lo mejor de la cena! Irresistible el cremoso de chocolate, y sí, estaba muy cremoso y suave. Un sabor a chocolate increíblemente bueno. Rematamos con el postre Lima y albahaca, que, si bien son sabores que no destacaron (la albahaca no la encontré en el paladar), sin duda me lo volvería a pedir: regusto a leche merengada, cítricos y una textura cremosa que con el helado me acabó de conquistar. La cena la acompañamos del tinto de verano que preparan en el restaurante, increíblemente bueno. Tiene un mousse de limón por arriba que está delicioso. En cuanto al servicio, muy correcto. No tengo ninguna queja. El ambiente muy tranquilo. Quizá demasiado, pues éramos solo cuatro mesas. Quizá el verano invita más a la terraza, pero el lugar es precioso y la temperatura muy buena (teníamos reserva, pero no hubiese sido necesaria). Una gran lástima que no pudimos ir acompañados de nuestro perrito, no permiten mascotas. ¿Repetiría? Por la comida sí, pero al no poder ir acompañados de nuestro perrito seguramente elijamos otra opción donde sí sea bienvenido.

El plato de verduras a la parrilla era justo lo que se me antojaba: una sorprendente variedad de trocitos pequeños, bien salteados y sabrosos, con unas uvas que le daban un toque especial a los sabores salados y umami. El pan de la casa y las aceitunas estaban buenísimos, y la única botella de agua con gas de un litro que he encontrado en semanas. ¡Muy satisfactorio! La decoración era limpia, elegante y un poco elegante, pero me atendieron excelentemente con ropa informal. Volvería todas las noches si no me fuera por la mañana.

Sinceramente, me impresionó, algo que no suelo decir de los restaurantes. Los entrantes estaban especialmente buenos, pero los platos principales seguían siendo increíbles. ¡Espero volver!

¿Qué podemos decir de este restaurante? Nos encantó. Un entrante excepcional (tártaro de salmón con brioche con sabor asiático), que tomamos al final de la comida. ¡Platos principales deliciosos (salmón y espaguetis con tinta de calamar y un plato de cerdo)! Servicio rápido y de calidad. Todo en un ambiente sencillo y refinado que encarna el concepto del restaurante: cocina fusión de excelente calidad, tanto en sabor como en presentación. 6/5

Mejor restaurante de Ronda. Un saludo a Manolo.

Fuimos a comer el día 01 de enero para celebrar el año en familia, comida espectacular muy rica. Postres grandes y riquísimos. atención y servicio muy bueno, ha sido una buena experiencia.