SENBAZURU RAMEN BAR en Zaragoza

Volvi a sentirme en Japón! Hace un mes llegué de viaje de allí y he de decir que es el ramen de Zaragoza que más auténtico es en comparación con los de allí. El cerdo igual las lonchas eran demasiados pequeñas y no te dan la opción de pedir un extra, se hace muy poca cantidad. Por lo demás todo perfecto!

He ido muchas veces y la calidad y el trato del personal es excelente

Es necesario reservar porque está muy lleno... es un local muy pequeño.

Recomendación acertada, cuando volvamos a Zaragoza volveremos, ambiente y sabores espectaculares.

Para mí, el mejor ramen de Zaragoza. Las alitas, las bolitas de pollo y las croquetas espectaculares también. Es imprescindible reservar. El tiempo para estar es limitado porque tienen turnos, pero es suficiente para comer. El trato es agradable.

El mejor ramen de la ciudad, probablemente de Europa, y me atrevería a decir que del mundo. El cocinero es un crack y la camarera un encanto. Es un sitio pequeño pero con su encanto. Volveremos siempre que podamos.

Disfruté mucho de la comida en este restaurante de ramen. Estaba deliciosa y equilibrada, y las porciones eran perfectas. El servicio fue amable y atento. Es un lugar cómodo para sentarse y disfrutar de una buena comida.

Buen asiático con toque occidental. La carta no es muy amplia pero tienen varias cosas ricas como las gyozas de carne, el pollo frito y por supuesto, el ramen (de tofu y tradicional dentro del top). No hay postres. Los precios son correctos. Sitio pequeño pero bien organizado y atención rápida y atenta. Reserva 100% obligada ya que está siempre lleno.

Siempre volvemos y nunca defrauda. Estamos enamorados de sus alitas, que se deshacen hasta cuando las cojes, deliciosas. Al igual que el karagee y su ramen. Poca variedad en carta pero les sobra por su calidad. Sitio cómodo y tranquilo y personal muy atento y amable, calidad-precio de 10. Súper recomendable.

Como restaurante japonés, no tiene rival. Todo lo que ofrece su reducidísima carta es de una calidad excepcional tanto desde un punto de vista culinario como de producto. Es un sitio muy chiquitín con dos o tres mesas bajas y otras tantas altas aunque muy cómodas. Hasta aquí los piropos. Te obligan a reservar x la pag web, aportando núm.de tarjeta bancaria para cobrarte una penalización si no anulas tres horas antes del momento de la reserva. Dos turnos de servicio con tiempo límite para comer y reservas solo hasta 5 personas. Bueno, puedo transigir con todo....el negocio a veces obliga.... Pero cuando por dos veces seguidas te anulan la reserva sin una disculpa ni compensación y ni tan siquiera se avienen a realizar una reserva "extraordinaria" para seis, juntando dos mesas xke, cito textualmente, " no juntamos mesas", pero sí os dejamos tirados sin miramientos y me llamás grosera cuando expongo que esto es la ley del embudo y solo puede exigir el establecimiento y nunca el cliente, se me van las ganas de volver. Es un restaurante excepcional y muy superior a sus iguales en zgz pero, a mí, no me compensa. Espero que les siga yendo bien, pero la fidelidad tiene un límite. Muy mal y muy injusto.