Santa Ana del Cotillo en La Oliva

Restaurante agradable y muy hospitalario con auténticos platos regionales. Estuve aquí en octubre de 2024. El guiso de carne de cabra es realmente especial y muy sabroso. Tomé un buen licor con el café. ¡Me encantaría volver aquí otra vez!

Menú pequeño, no del todo claro lo que obtienes. Pero muy buen servicio y comida de primera calidad.

Lugar muy recomendable, si pudiera le daría 6 estrellas. Pequeño restaurante familiar, platos caseros infinitamente buenos. Lo mejor es reservar porque siempre está lleno.

Un gran restaurante. Quedamos muy satisfechos con la deliciosa comida y el maravilloso y cariñoso servicio. Gracias 😘

Dos cosas básicas muy cotizadas hoy en día. Amabilidad y buen producto. Cualquier cosa que salga de la cocina será excelente

No es una visita a un restaurante, Antonia y su marido nos recibieron como amigos, la calidez no es fingida sino vivida. Los platos servidos reflejan la auténtica cocina canaria, su frescura y sabor son excepcionales. Gracias por la hermosa velada.

Ha sido una experiencia maravillosa!!! no solo hemos cenado genial, sino que hemos conocido a dos estupendas personas como son el matrimonio que regenta este restaurante ❤️ La comida es totalmente casera y está preparada con todo el cariño de los cocineros , y la atención es muy cercana, como si realmente estuvieras en su casa. Nosotros probamos los chipirones, los gamones y la carne de cabra y la verdad que todo estaba muy muy bueno. De lo mejor que he probado en mucho tiempo. Imprescindible probar ese estofado y esos gambones que delicia… Hemos cenado dos personas por 70€ con esos platos, pan, y dos jarras de cerveza y agua. Mi máxima recomendación 🙏🏽

Pequeño restaurante típico, cocina muy buena, generosa y de gran calidad. Los platos son abundantes. Cocina tradicional. Cálida bienvenida. Recuerda reservar. Pocas mesas y muy a menudo llenas.

Sabores locales con un toque original. Servicio atento y amable. Lo recomiendo y volveré.

¡Una auténtica joya escondida! El restaurante, dirigido por una encantadora pareja que pone todo su corazón y alma en crear una experiencia gastronómica especial, ofrece un ambiente acogedor que le hará sentir como en casa. El menú es pequeño pero cuidadosamente seleccionado: cada plato está hecho a mano con amor y tiene un sabor absolutamente fantástico. Especialmente quiero destacar el servicio atento e increíblemente amable. A pesar de que el restaurante había estado cerrado oficialmente durante una hora, se nos permitió quedarnos y disfrutar de nuestra comida sin sentirnos apurados. Un consejo rápido: ¡Asegúrate de reservar una mesa con antelación, ya que los asientos son limitados! Gracias por una velada maravillosa. ¡Definitivamente regresaremos!