San Remo en Santiago del Teide

Nada más llegar a la habitación no habían limpiado bien el váter.... Y no funcionaba el aire acondicionado.... Pagas una pasta por el hotel...y en pleno invierno las toallas de la piscina las tienes que usar mojadas... Por que te dan un cambio gratuito con mínimo 5 días de estancia...si no tienes que pagar 2€... Aconsejo que lleven toallas para la piscina...el hotel está un poco descuidado.... Y la limpieza es poca... La piscina no ve ninguna gota de agua...estaban en obras y todo lleno de arenilla de la obra.... La comida estaba bien y la bebida.... Aunque mejorable por el precio que tiene...otro aspecto a destacar... Muchas veces hablaban en inglés....en los show... Así que nos aburrimos....

Hotel de cuatro estrellas. ¡Servicios de cinco estrellas! La habitación merecería algunas reparaciones. Estos son problemas como una ventana francesa suelta que hace ruidos durante las noches ventosas y tiene un aislamiento acústico deficiente. Luego hay algunas cosas que añaden la sensación de que la habitación ha pasado de su mejor momento. Diners- depende del tema de la noche. Servicio, recepción, limpieza de habitaciones, perfecto.

Hermoso hotel, maravillosa vista de Los Gigantes, la habitación, la comida, todo fue fantástico.

No es la mejor opción para viajeros solitarios. Ideal en pareja o en grupo. La variedad y calidad de los platos fueron de primera categoría. El complejo, situado en una ubicación exclusiva, se beneficia por la tarde/noche de la animación y la música de los hoteles vecinos y del "American Bar", al menos en el edificio principal frente al Teide. Llevar tapones para los oídos ayuda. Los empleados son muy amables sin importar dónde se encuentren. Imprescindible conocimientos básicos de inglés. En los cumpleaños realmente te sorprendías. Falta espacio de almacenamiento/armario en la suite junior y esa es la deducción de estrellas.

Un hotel muy encantador con el personal más increíble. Comida dulce, habitaciones limpias, personal educado y buenas comodidades. El único problema es que no hay mucho que hacer aparte de las playas e ir a la ciudad.

Vistas excepcionales a los acantilados, al puerto y a La Gomera. Con un poco de suerte podrás ver incluso Las Palmas. Restaurante buffet de calidad. Todo es digno de un 4 estrellas 🌟. El único inconveniente es que la cocina a veces es demasiado salada y me gusta comer alimentos salados. El personal es impecable. En recepción me ayudaron por un problema con el respirador. Los camareros intentan hablar francés. En definitiva, un capullo ideal para recargar pilas.

Estuve aquí anteriormente, me quedé nuevamente la semana pasada. Seguimos regresando por la ubicación que amamos y las impresionantes vistas: ¡algunas de las mejores puestas de sol del mundo! El personal y las instalaciones aquí son excelentes, siempre amables. Esta vez nos alojamos en un B&B y disfrutamos de unos desayunos fabulosos. Las piscinas y la zona del bar de la piscina son excelentes, aunque se están realizando algunas reformas, pero parece estar bien gestionado. La única crítica que tendríamos sería que las habitaciones (en la parte antigua del edificio, estábamos en 340) están un poco cansadas y están listas para ser renovadas, aunque están perfectamente limpias y son cómodas. Disfrutamos de nuestra estancia y volveremos en algún momento en el futuro.

Todo fue genial, excepto que el sistema de alcantarillado de la cabina de ducha estaba obstruido.

Básicamente es agradable, pero la primera noche teníamos una habitación donde había tanto ruido que no pudimos dormir en toda la noche. Cuando nos quejamos, ni siquiera nos disculpamos y se suponía que debíamos estar agradecidos de que nos dieran una nueva habitación. Y ahí es donde nos frenaron inicialmente. También había bastante ruido en la nueva habitación, pero al menos se podía dormir allí con las ventanas cerradas. Este también es un problema conocido... ¡pero todavía se ofrecen habitaciones ruidosas por más de 200 € la noche! Las instalaciones son estupendas, las vistas son maravillosas y hay un programa genial con yoga, spinning acuático y animadores encantadores. ¡El desayuno siempre estuvo bien también! Sala de fitness también bien equipada. Pero para mí se acabó porque la experiencia con el personal de recepción fue realmente desagradable. Hubo un correo electrónico de disculpa, pero ya era demasiado tarde. Es una pena, sobre todo porque el problema del ruidoso bar de enfrente (Ruta 66) es bien conocido.

Mi experiencia en el hotel fue excelente. Las habitaciones son cómodas y están perfectamente equipadas, pero lo que realmente destaca son las vistas espectaculares a Los Gigantes. Despertar con ese paisaje fue, sin duda, lo mejor de la estancia. Además, el personal es muy amable y la comida deliciosa, con opciones para todos los gustos. Sin duda, un lugar al que volvería para disfrutar del entorno y la tranquilidad.