Un buen lugar para tomar algo y comer, y ver cómo se mueve el mundo. Comida excelente y personal amable, con la ventaja añadida de poder ver loros y alimentarlos a veces.
En familia, paramos aquí a tomar algo un par de noches. El ambiente era agradable, con música acústica en vivo. Los cócteles llegaron con bengalas y mi hija dijo que el batido era el mejor que había probado en sus vacaciones. No comimos allí, pero por su aspecto y el tamaño de las porciones, tenía buena pinta.
A veces tuvimos que esperar por una bebida o la cuenta, pero no es raro.
Le pongo el máximo que le pongo a este modelo de restaurante. BBB bueno bonito y barato. Hemos comido con buena calidad sobre su carta, a muy buen precio. Bien de precio la bebida. Sabíamos a dónde veníamos y salimos contentos. Han sido muy agradables con los niños.