Correcto
El Restaurante Victoria Sangulí es una opción agradable y cómoda dentro del resort, perfecta para quienes quieren cenar bien sin salir del recinto. El local es amplio, moderno y luminoso, con un diseño de madera y piedra que resulta acogedor, y además suele haber sitio sin necesidad de reservar, algo que se agradece en plena temporada.
La comida está bien sin llegar a brillar. Las bravas son vistosas pero más de foto que de sabor; la calzone, sabrosa y bien horneada, solo se ve traicionada por un exceso de huevo que desequilibra el conjunto; y en general, los platos mantienen un nivel constante, correcto y sin sobresaltos. Ideal para una cena tranquila o familiar, con porciones generosas y servicio rápido.
El toque curioso viene del robot camarero, que entrega los platos con luces azules y precisión milimétrica. Una mezcla entre modernidad y espectáculo que añade un punto divertido a la experiencia. El personal humano, eso sí, sigue siendo el alma del servicio: amables, atentos y eficaces.
En definitiva, el Victoria Sangulí ofrece una experiencia correcta, sin pretensiones pero bien resuelta. No es el restaurante que recordarás todo el año, pero sí uno al que volverías sin dudar cuando apetece comer bien, sin colas ni sorpresas. Un lugar funcional, cómodo y con un toque curioso de tecnología entre madera y buena luz.
MAAM
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18 Octubre 2025
8,0
Correcto
El Restaurante Victoria Sangulí es una opción agradable y cómoda dentro del resort, perfecta para quienes quieren cenar bien sin salir del recinto. El local es amplio, moderno y luminoso, con un diseño de madera y piedra que resulta acogedor, y además suele haber sitio sin necesidad de reservar, algo que se agradece en plena temporada.
La comida está bien sin llegar a brillar. Las bravas son vistosas pero más de foto que de sabor; la calzone, sabrosa y bien horneada, solo se ve traicionada por un exceso de huevo que desequilibra el conjunto; y en general, los platos mantienen un nivel constante, correcto y sin sobresaltos. Ideal para una cena tranquila o familiar, con porciones generosas y servicio rápido.
El toque curioso viene del robot camarero, que entrega los platos con luces azules y precisión milimétrica. Una mezcla entre modernidad y espectáculo que añade un punto divertido a la experiencia. El personal humano, eso sí, sigue siendo el alma del servicio: amables, atentos y eficaces.
En definitiva, el Victoria Sangulí ofrece una experiencia correcta, sin pretensiones pero bien resuelta. No es el restaurante que recordarás todo el año, pero sí uno al que volverías sin dudar cuando apetece comer bien, sin colas ni sorpresas. Un lugar funcional, cómodo y con un toque curioso de tecnología entre madera y buena luz.
M.A.A.M
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18 Octubre 2025
8,0
Lamentablemente, tengo que corregir mi reseña después de nuestra reciente visita.
El personal suele estar muy estresado. Estuvimos aquí 11 personas y desayunábamos todos los días, además de cenar. Las bebidas y el postre simplemente se colocaban en el centro de la mesa durante la cena, y tuvimos que compartirlo todo. Recogieron la mesa mientras algunos aún comían, lo cual es muy grosero.
El ambiente es muy agradable y el camarero, Víctor, es extremadamente amable y atento. La comida está muy buena y volveríamos con gusto.
Sandro Niklaus
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06 Octubre 2025
6,0
La comida estuvo muy buena y, para nuestra sorpresa, muy rápida. Por desgracia, esperamos 45 minutos con nuestros tres hijos por el helado... ¡sin éxito! Esto a pesar de que lo mencionamos después de 30 minutos. El restaurante estaba casi vacío. Frustrados, simplemente pagamos y pedimos el helado nosotros mismos. Es una pena... así de rápido se pierde un servicio de primera por un fracaso.
Martin N.
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01 Agosto 2025
6,0