Restaurante Telúrico en Granada

La comida era excelente y era un lugar muy lindo (pero las sillas podrían ser más cómodas). El problema fue el servicio. El camarero fue agradable a la vista, pero mientras iba a las otras dos mesas con los comensales muchas veces para comprobar cómo estaban (sin que esas personas le pidieran que viniera), volvió a hacer contacto visual para que pudiéramos llamar su atención. Ella tomó nuestra orden de bebidas, trajo las bebidas, tomó la orden de comida, la trajo y luego estuvimos muertos para ella hasta que finalmente conseguimos su atención para pagar la cuenta. Queríamos pedir más, pero para entonces ya habíamos terminado de gastar dinero en su restaurante. Lo único que pudimos intuir de por qué nos trató así fue que los otros dos eran españoles y nosotros no.

Pienso que fuimos un día en el que estaban desbordadas por afluencia de gente y vísperas de festivo. Aún así se comportaron muy amables.

Espectacular en todos los sentidos y repetiremos

Me gustó mucho el ambiente y la decoración. Estuvimos en la terraza, se estaba muy a gusto con la vela de la mesa y rodeado de plantas. La comida que pedimos estaba muy buena y es genial que tengan opciones vegetarianas. Nos atendieron muy bien. Repetiremos y lo recomendaremos

Muy buen ambiente, decoración y un lugar tranquilo y limpio. Un menú variado y rico. También muy buena relación calidad-precio.

Comida original y exquisita, probamos la burrata con pesto de pistachos y naranja, buenísima, la feta crujiente y la tortilla negra. Todo espectacular

Gran experiencia en este restaurante. El ambiente era cálido y ordenado. El personal muy amable y paciente con nosotros que hablamos poco español. Por último, la cocina es excelente y los platos abundantes. Trajimos las sobras para el día siguiente. Gracias de nuevo por esta noche.

Me ha sorprendido muy gratamente, el ambiente es muy agradable y acogedor. El servicio muy atento y amable. La comida sorprende con sabores diferentes y muy bien elaborados. Totalmente recomendable 💯.

¿Sabes esos momentos en qué entras a un local y sabes que va a ser especial? Esa es la sensación que tuvimos nada más abrir la puerta de Telúrico. Un sitio con magia, que desprende buena energía. Suelos y techos de madera, decoración preciosa, buen ambiente, muy buena música. Cada mesa es un rinconcito en el que te gustaría sentarte. Organizan eventos casi mensualmente, de todo tipo: poesía, flamenco, presentaciones, bodyart, menús especiales... La comida es exquisita. Menú de otoño-invierno y luego vendrá el de primavera-verano. Para hincharte! Sacan tapas con las bebidas. No se eligen, ¡pero ni falta que hace! Están riquísimas. De primera salieron gnocchi (tremendos), y de segunda salchicha con arroz. Se nota que son caseras y recién hechas! El menú, delicioso. Pedimos el plato estrella: burrata. Una explosión de sabores, una burrata con naranja diferente, es que es una pasada. Y las berenjenas guisadas... Otro gusto para el paladar. El servicio, impecable. Desde Delia y su magia en cocina, a Catalina y el resto del equipo en sala. Como digo, toda la experiencia es especial en Telúrico. Un sitio que está creciendo con mucho mimo en la comida y en el trato al cliente. Una auténtica joya en Granada.

Un sitio muy acogedor con una declaración muy agradable. El personal super amable y muy eficiente. La verdad es que te encuentras casi como en familia. Comida multi cultural y d3 fusión con excelente elaboración. A destacar la tortilla negra de calamares y la tabla mejicana. Precios muy normales. Volveré sin duda.