El ambiente es maravilloso, la hospitalidad y la amabilidad también lo son, los platos están buenísimos, y no son costosos, el área estaba limpia y hay decoraciones que lo hacen ver más acogedor, definitivamente, no será nuestra última vez aquí.
Bocadillos y platos artesanos de calidad excepcional que despiertan el paladar en cada bocado. Su ubicación céntrica lo convierte en el lugar ideal para cualquier momento del día. El personal, impecable en atención y simpatía, te recibe siempre con una sonrisa, haciendo de cada visita una experiencia inolvidable. Lo recomiendo al 100%!