Restaurante Ruta del Azafran en Granada

Comida muy buena, servicio sonriente y agradable, en esta zona hyper turística.

Luces y sombras. No pedimos arroz, algunos platos estaban muy buenos, como la ensaladilla de gambas y morro, otros no, como la merluza y otros simplemente decepcionan (no es que esten malos) pero cualquiera que haya pedido alguna vez cuchifrito se lo imagina crujiente, no un cilindro de cochinillo (confitado?) que no es que estuviera malo, pero su textura no era la esperada (blando). El servicio regular, les pides una caña y se les olvida, les pides dos de pan y te cobran tres.... un cumulo de pequeños detalles que hacen que el sitio no este a la altura de los precios de su carta.

Lugar agradable, comida rica, bien presentada pero un servicio pésimo (lentitud extrema). 35 minutos solo para pedir y los platos fueron llegando con cuentagotas.

La comida era bastante buena y el servicio era amable.

Cocina con muchísimo nivel, producto de primera y una creatividad muy bien medida: sorprende, pero siempre con sentido y con un sabor brutal. Mención especial al chef Javier Feixas, porque el menú está pensado con un equilibrio genial. Me encantaron las ostras servidas sobre heno, con una salsa intensa y esos toques verdes que levantan el conjunto; el bocado tipo brocheta/gilda con encurtidos, cremosos y anchoa es adictivo; y las croquetas son una auténtica maravilla. Los arroces merecen capítulo aparte: punto impecable y sabor profundo. El de marisco con las carcasas es un espectáculo, y el arroz con pollo y setas estaba sabroso, bien ligado y con ese fondo que se nota hecho con mimo. Incluso el plato crujiente (tipo fritura) estaba perfecto de textura y de punto. Servicio muy atento, tiempos bien llevados, presentación cuidada y un maridaje que acompaña de lujo (probamos Juan Gil y fue un acierto). En resumen: recomendadísimo. Si vienes a Granada y quieres una comida con calidad, personalidad y mucho detalle, La Ruta del Azafrán es apuesta segura. Volveremos.

Fuimos a cenar después de leer buenas críticas sobre este restaurante. El servicio nos pareció bueno y muy amable, y la comida excelente, muy recomendable.

Comimos 2 personas, arroz meloso con callos y arroz de verduras con tempura de aguacate. Ambos platos impresionantes. Para volver a seguir probando otros platos. 75€ con bebida + 2 gildas + cafe

Veníamos de paso, sin reserva y con hambre. Un trato exquisito y una comida deliciosa

No se pudo visitar ya que los horarios anunciados fueron 1 : 30 pm a 10 : 30 pm, pero se cerró cuando se controló a las 5 : 30 pm. Abierto solo a las 8: 00 pm?

Nos llevaron a este restaurante en una comida de trabajo y la verdad es que está muy chulo. El restaurante es agradable y con muy buenas vistas a la Alhambra. Se come a la carta en la que hay un poquito de todo: - Aperitivo de la casa: crema de queso con especias (rico, se agradece). - De entrantes probamos la croqueta y la pastela… ambas muy ricas. - Arroz: Dos personas compartimos una paella de pato y foie… muy rica y con buen sokarrat. - Carne: tres personas comieron solomillo con salsa de setas… sabroso y jugoso. Buena ración. - Pescado: una persona pidió corvina rellena de boloñesa… curioso y rico. - De postres probamos los tres que les quedaban en la carta: fresas con nata, ganache de chocolate y donut con maracuya. Todo muy rico, y en buenas raciones. El servicio, correcto. Es una muy buena opción en Granada.