Restaurante Peña Flamenca Ciudad de Llerena en Llerena

Lugar fantástico en todos los aspectos. Sitio bonito y acogedor, hay aparcamiento cerca, comida muy rica, buenos precios... Pero lo mejor, sin duda, la atención. Qué maravilla de persona, no he visto camarero más atento. Repetiría sin dudarlo. Hay pocos lugares en los que te atiendan tan bien.

Amabilidad y trato inmejorable, la comida expectacular, volveremos, gracias

Fuimos un grupo del consejo de juventud y sin compromiso comimos como REYES. El trato fue genial en concreto Chiqui (camarero) fue muy atento y la comida estaba para chuparse los dedos.

Todo casero y riquísimo. Lo mejor, la atención. En pocos sitios te tratan tan bien y con tanto cariño sin conocerte de nada. Si vienes a Llerena, no puedes perderte pasar por aquí

Trato exquisito, comida excepcional. Lo mejor de Llerena sin lugar a dudas, para comer.

Fuimos en pareja un domingo de enero a las 4 p. m. En ese momento, el restaurante solo estaba ocupado por una mesa más, con una pareja y un niño, que sin duda son clientes habituales. El lugar parecía encantador. Nos atendió (y muy bien) Chiqui, quien luego descubrimos que era el dueño. Además de ser un gran anfitrión, Chiqui nos brindó una buena conversación, buenas historias sobre el lugar y la ciudad, y nos hizo sentir muy bienvenidos, haciendo la experiencia mucho más especial y única. Nos aconsejó pedir medias raciones para poder probar más variedad, y con razón lo hicimos. Como bienvenida, Chiqui nos sirvió dos lonchas de jamón y dos lonchas de queso, junto con altramuces y aceitunas. Para comer, pedimos: - Ensalada de anchoas y queso fresco (muy bien sazonada), - Calderetas de setas (Chiqui nos las recomendó como plato típico de la región. Estaban deliciosas, hechas con setas shiitake y un tipo de seta llamada cardo, que no conocíamos y que se cultiva localmente). - Rollitos de langosta (este es el que menos recomendamos porque no tiene nada de especial). - Salchichas cocidas al vino (otro plato típico de la región. Las salchichas caseras estaban deliciosas, al igual que las patatas fritas. ¡Riquísimas!). Bebimos el vino de la casa, pedimos dos postres y dos cafés. La cuenta fue de 57 euros, una inversión muy bien hecha. Nos encantó el lugar, el ambiente, la comida y el servicio. Gracias, Chiqui, por la gran experiencia.

Trato inmejorable, sitio acogedor,tranquilo y de comer de10 o de 12.Inmejorable el servicio la atención y la profesionalidad pocos sitios como la peña flamenca insuperables

La comida exquisita, el local fantástico, el dueño un encanto y Llerena espectacular.