Restaurante Paseo Picasso en Arona

La ensalada César llevaba mayonesa, y personalmente no me gustó mucho. El filete estaba duro de masticar. El lugar y la vista al atardecer eran increíbles. La sangría era buena y fuerte; el camarero fue estupendo y nos invitó a unos chupitos de vodka con plátano al final. Si no hubiera vendedores de gafas de sol y collares constantemente merodeando e interrumpiendo la relajación, sería un 10/10.

Pedimos un desayuno inglés y café. Todo estaba delicioso. El servicio fue rápido y amable. Es un lugar agradable con vistas al mar.

Excelente restaurante, las bebidas estaban a la altura, la comida estaba deliciosa y el servicio fue excelente.

¡Un lugar fantástico para ver la puesta de sol! Comida razonable y buena, y porciones generosas.

Es sencillo, pero los camareros son súper amables. No es un lugar donde se encuentre gran gastronomía, pero cenar frente al mar y disfrutar del atardecer en la isla de La Gomera merece la pena.

Solo paré a tomar una cerveza. El lugar está muy limpio y ordenado, con buenas vistas.

El lugar perfecto para almorzar justo en la playa. ¡Las hamburguesas y las pizzas son increíbles! Las porciones también son muy buenas. Los precios son muy razonables en comparación con otros lugares de la zona, pero el servicio fue muy parcial; un par de camareros eran bastante inquietos y de mal humor.

Comida básica, no necesariamente fresca, pero ideal para comer sin pensar. Preciosas vistas desde la terraza. Los camareros son muy amables y no nos apuran. Por otro lado, me hubiera gustado tomar mi Coca-Cola en lata/botella para evitar que me la diluyeran con agua.

Un momento genial para tomar algo. No comimos porque teníamos otros planes. Pero para tomar algo, el servicio fue fantástico. (Mención especial a Ali por su amabilidad y sus rondas de cortesía).

Visité este restaurante varias veces en julio. Es un lugar ideal para sentarse y observar a la gente por la noche. Tiene precios razonables y todas las comidas que probamos estaban decentes. El dueño y el personal fueron encantadores, bromeando con nuestro hijo y dándole helado.