Restaurante Las Arenas en Arico

Casi siempre venimos los domingos y es nuestro restaurante favorito, no se puede ser más atentos, buen servicio buena comida una amabilidad...son los mejores, Dios me los bendiga se come como en casa.

Comer productos del mar riquísimo, cualquier cosa que elijas en el mostrador antes de cocinarlo y servirlo. No es barato, pero la calidad tiene un precio.

A pesar de tener que hacer una cola de casi una hora, la verdad es que la comida era exquisita y la relación calidad-precio MUY alta.

Muy bien, atención muy buena ,y la comida estupenda ,poca espera para la mesa.

Una estafa. Muy caro y una frescura. No pides papas te las ponen y te cobran. De verdad me parece un abuso el precio

Delicioso pescado fresco, marisco. Por mucho que elijas, lo cocinas tú

Local amplísimo y con una peculiar manera de trabajar que nunca había visto en mis años de profesión. Sólo encontrarás pescado y de muy buena calidad, harás cola para elegir lo que vas a comer pero merece la pena. Así ellos aseguran que venden el género y me parece perfecto. Tienes que esperar como es lógico si vas un día festivo (en este caso viernes santo) como nos pasó a nosotros, pero no teníamos prisa. Comimos de maravilla! Lo que pides te lo preparan según lo prefieras, plancha o frito. Y la persona que nos atendió para elegir el pescado fue muy simpático y amable ayudándonos a la hora de elegir. Luego ya sentaos en la mesa tras esperar a tener una mesa libre pedimos unas papas arrugadas y escaldón (riquísimo). Recomendable 100% Menudo descubrimiento!!

Restaurante típico isleño. Pescado y marisco muy fresco.

Lo vi todo muy bien, tienen un buen sistema que consiste en entrar y ver el pescado y elegirlo la única pega es que no es pescado de aguas canarias según tengo entendido. Pero pedimos pargo y aunque no fuera fresco y posiblemente viniera de alguna zona de África estaba buenísimo. Y un calamar enorme. Nos encantó poder hablar tranquilamente sin mucho ruido por que es muy espacioso, camareros muy atentos.

Estuvimos comiendo 3 adultos y un bebé. El servicio fue excelente con nosotros, muy atentos con la niña, cada vez que tiraba al suelo los cubiertos venían a preguntar si queríamos lavarlos o que nos dieran alguno del restaurante. Antes de irnos nos pidieron el plato y cubiertos que llevábamos de la niña para dárnoslo lavado y que no lo lleváramos con restos. En muy pocos lugares son tan detallistas. En cuanto a la comida, salimos redondos. Los calamares y el pargo a la plancha absolutamente lo mejor del día de hoy. Los postres estaban buenos pero podrían ser un poco más delicados. Había mucha gente y sin embargo, debido a lo espacioso que es el lugar, no había ruido y se podía estar a gusto. Hacía muchos años que no estaba por allí y pensaba que el recuerdo me podría jugar malas pasadas debido a las altas expectativas que llevaba, me alegra muchísimo que no haya sido así, ya que solo eché en falta la máquina de pelotas saltarinas que antes tenían en la entrada. ¡Espero volver pronto!