Restaurante La Fuente en Teror

Buen servio un lugar muy muy familiar y bonito . Buen comida gracias

Es un lugar muy apetecible, la pena que cierre a las 5, por la noche esa zona y el espacio sería un lujo para disfrutarlo. En especial es un negocio familiar con mucha experiencia y trato exquisito.

Excelente lugar y la mejor atención. La familia del restaurante La Fuente ofrece una experiencia acogedora y llena de nostalgia, que recuerda a los restaurantes de antaño. La comida es casera, de muy buena calidad, y el ambiente resulta sumamente agradable. Más que un restaurante, es un espacio ideal para compartir una tarde en familia y disfrutar de una experiencia auténtica. Recomendada la ropa vieja y la ensalada de aguacate con gambas. Es imprescindible hacer reserva.

Sin duda, el mejor restaurante de Teror. Pasamos una tarde de sábado maravillosa cenando con ellos. No solo la comida es deliciosa, sino que el lugar y la familia que lo regenta son simplemente maravillosos. Os recomiendo venir no solo a comer o cenar, sino también a disfrutar del entorno y del precioso ambiente. Muchísimas gracias por todo a todo el equipo. ¡Estamos deseando volver!

Fuimos a este restaurante y nos gustó el ambiente y el trato recibido fue estupendo, sin embargo la comida no está a la altura, son platos poco elaborados y muy pobres.

Nos encanta ir a comer allí!..dan un muy buen servicio, son muy amables, cercanos y muy agradables, además es uno de los pocos restaurantes que aunque estemos llenos no podemos dejar de comer xq todo lo q ofrecen está muy muy rico, desde sus croquetas, su ensalada,su ropa vieja, la carne con salsa de ciruela y sus postres están pa, chuparse los dedos...... además el sitio es precioso,,,lo recomendamos 💯 x 💯!

Sitio super bonito, ubicado en una casa de campo con decoración típica canaria. El trato es perfecto, muy familiar y cercano pero profesional al mismo tiempo. Comimos la ropa vieja y las vueltas con salsa de cerezas, estaba todo riquísimo, Precio muy bien, sin duda repetiremos

No pudimos acertar más con este lugar. Fui con la familia de mi marido y mis hijos a comer allí y nos encantó. La atención fue exquisita desde que llegamos, todos los camareros muy amables. La carta aunque pequeña, muy variada. Pedimos de entrantes queso frito, papas arrugadas (que se notaban nuevas), ensalada de aguacate y gambas, ropa vieja y croquetas de cherne para el peque. Estaba todo buenísimo, todo casero. Además, los platos vinieron muy rápido. Tuvimos incluso que parar dos platos finales (de costilla y lomo de cerdo), porque los platos que nos habían traído eran tan generosos que nos quedamos comidos con todo eso. Repetiremos seguro. Gracias por hacernos pasar un día tan gratificante.