Restaurante La Finca en Los Realejos

Hemos visitado el restaurante en vacaciones y la verdad que fue todo un acierto. Llegamos un poco tarde a cenar, a pesar de todo nos atendieron y les estamos súper agradecidos. Pedimos el pan con mantequilla, ensalada de tomate y aguacate, pulpo y solomillo con queso. La comida está increíble, cada plato mejor que el anterior. El sitio es completamente recomendable.

Decoración única, ambiente agradable y comida deliciosa. Servicio siempre amable y una experiencia maravillosa en cada ocasión. Muy recomendable.

Espectacular, como siempre! Llevo años viniendo, desde adolescente con mis padres y lo llevaban los padres y ahora con su hijo y pareja no defrauda, ha subido el nivel si es posible. Además el ambiente es muy familiar, acogedor y tranquilo, alejado de música y gritos. Relación calidad precio excelente!

He estado allí dos veces, la comida está muy rica, pero bastante salada. Tardan un poco en llegar, pero por lo demás es un restaurante estupendo.

Génial. Comida muy rica y servicio tan amable. Simplemente fantástico :)

¿Por dónde empezar? No esperaba gran cosa, ¡pero guau! Increíble relación calidad-precio, sabores riquísimos y un restaurante estupendo. Pocas veces he visto tanta variedad y composición de platos como aquí. Platos de pescado y carne riquísimos, y también opciones vegetarianas. El único inconveniente fue el tamaño de la porción del plato vegetariano con calabacín. El resto no parecía gran cosa al principio, pero la verdad es que sació. El postre estuvo bien, y el entrante fue pan con una deliciosa mantequilla de hierbas. Así que lo recomiendo sin duda, ¡pero reserva con antelación! Si estás por la zona, ¡date un capricho!

Espectacular comida y servicio!!

Platos muy elaborados y caseros, nos atendieron estupendamente. Repetiremos seguro!

Descubrimos La Finca por casualidad; nos atrajo su precioso interior, que recuerda a un barco. Decidimos entrar a cenar, y fue una gran decisión. Se nota que aquí todo se prepara con esmero y cariño. No teníamos prisa y disfrutamos no solo de la deliciosa comida, sino también del ambiente acogedor y el amable servicio. Se nota que a la gente le gusta volver. De las tapas, lo que más nos impresionó fueron los mejillones, el atún con caviar y, como toque dulce, el pastel de ruibarbo casero en hojaldre suave: ¡absolutamente delicioso! La selección de vinos también fue perfecta. En resumen, un lugar muy agradable que sin duda merece la pena visitar.

Todo muy bueno y nos atendio Fatima de categoria, nos aconsejo super bien y un trato inmejorable.