Restaurante Casa Romántica Agaete en Agaete

Es una simbiosis perfecta entre el alma del producto de proximidad y la mano de un chef y un equipo que pone su alma y corazón en cada plato que sirven. Desde la recepción, el maridaje, la atención del equipo de sala hasta los propios platos. Una experiencia inolvidable. Muchas gracias equipo del restaurante Casa Romantica.

Vinimos a almorzar y, aunque pedimos el menú corto, ¡fue muy completo! Usan productos locales y puedo ver cómo la zona que los rodea inspira los platos que cocinan ese día. Probablemente algunos platos sean de temporada. Lo más destacado para mí fue el postre con helado de café. El personal habla inglés, así que pueden dar una breve explicación de cada plato. Al final del almuerzo, nos llevaron a un breve recorrido por la casa, ¡y fue una experiencia interesante!

Una experiencia gastronómica que nos emocionó desde el primer bocado. Cada plato del menú degustación es un homenaje a la cocina canaria, no solo por los sabores, sino por el respeto y el cariño con que se trabaja el producto local. Todo estaba buenísimo, pero más allá del sabor, lo que más nos encantó fue la manera en que se pone en valor nuestra tierra: ingredientes de aquí tratados con técnica, creatividad y orgullo. Se nota cuando hay amor por lo que se hace y por el lugar del que se viene.

Una experiencia TOP la comida deliciosa, la bebida excelente y bien recomendada, la filosofía del lugar y el entorno, volveremos!!

Casa romántica es un lugar mágico, sumergido en el verde de la vegetación que lo rodea.. Estuvimos con mi marido almorzando, degustando el magnifico menú Tomas Morales.. Con cada plato adviertes una explosión de sabores que concentra y resume a la perfección los sabores típicos canarios, todo acompañado de la exquisita atención por parte del personal del restaurante, una experiencia única y totalmente recomendable..

Nada más llegar nos sirvieron dos copas de sidra (sin pedirlo nosotros) pensábamos que era cortesía de la casa pero nada más allá, en la cuanta apareció 16€ por las dos copas de sidra y eso que a mí ni siquiera me gusta, la verdad es que eso hizo que me fuera con mal sabor de boca, no dije nada, lo pagué y nos fuimos, pero ese tipo de gestos estropean la velada pq sinceramente me parece que me están tomando el pelo. El sitio y el ambiente está bien, la comida bien en general a excepción de dos platos que no me gustaron mucho, pero tampoco sorprende.

Una experiencia magnífica que, sin duda alguna, repetiré y compartiré en buena compañía

¡Una fantástica aventura de sabores de 9 platos! Todo parecía una excelente experiencia gastronómica, desde la presentación y el servicio hasta el ambiente acogedor. El lugar también admite perros, ¡y estamos muy agradecidos de poder traer a nuestro amigo peludo! El sommelier fue increíblemente amable y realmente hizo un esfuerzo adicional: el maridaje de vinos seleccionado fue excepcional. Cada plato tenía un toque tradicional y todo estaba absolutamente delicioso. ¡Es difícil elegir un favorito porque realmente me encantaron cada plato! Luego vinieron los postres: quesos canarios galardonados, una creación de fresa y un divino postre de café y chocolate hecho con café local (¡ese era mi favorito!). Le doy a esto un sólido 10 sobre 10. Si estás en Gran Canaria, ¡este lugar es una visita obligada!

Una experiencia culinaria increíble. Cada plato fue una muestra del cariño por el producto local: todo de la tierra, explicado con detalle y mimo. El equipo fue encantador en todo momento, atentos y cercanos.

Una experiencia gastronómica que está a la altura de su nombre en un entorno con encanto. Casa Romántica en Agaete, recomendado por la Guía Michelin y la Guía Repsol, es un lugar que enamora tanto por su entorno como por su cocina, el restaurante combina a la perfección el encanto de lo tradicional con una propuesta culinaria moderna y cuidada. ¡Probamos el menú degustación y fue una auténtica delicia de principio a fin! • Cada plato sorprende por su presentación y sabor, con especial mención al risotto de verduras, que estaba cremoso, lleno de sabor y perfectamente ejecutado. Los postres fueron el broche de oro, elegantes, también equilibrados y realmente deliciosos. El trato del personal fue impecable, atentos y muy profesionales, explicando cada plato con detalle, una experiencia redonda que sin duda está a la altura de las mejores recomendaciones.