En general está bien, pero realmente no es mejor que eso, lo cual fue decepcionante considerando nuestras altas expectativas. (Supongo que los revisores de la guía Michelin tampoco son perfectos).
Los entrantes y platos principales no eran nada fuera de lo común, los postres bastante buenos. La buena botella de vino blanco que encontré en su lista de vinos ayudó a aliviar un poco mi sensación general de decepción.
James Varney
.
27 Octubre 2024
6,0
Cada año vamos a comer, y la comida estaba espectacular, pedimos el menú, en especial las almejas y navajas estan buenísimas
Cecilia D
.
23 Agosto 2024
10,0
Nos pareció espectacular en todos los aspectos (comida, servicio, espacio, calidad-precio). Hacen bien las cosas y se nota. Por repetir.
Arnau
.
07 Agosto 2024
10,0
Un día más en Palamós para continuar degustando la rica y variada gastronomía mediterránea. Hoy visitamos La Salinera, restaurante ubicado en un lugar realmente privilegiado. En pleno centro del puerto de Palamós ahí precisamente encontramos esta joya gastronómica. Además de lugar privilegiado, emblemático al mismo tiempo, dado que antiguamente fue una antigua fábrica de salazón de pescado. Y como el pasado no se debe olvidar, las paredes son todavía las construcciones que configuraban la fábrica.
Una vez en el interior, también sorprenden gratamente los techos abovedados de la sala. Si uno lo desea, puede acceder a una terraza climatizada, aunque un servidor no la recomienda, debido a su bullicio. Su cocina se basa principalmente en pescados y mariscos originarios de la Costa Brava, disponiendo de viveros, lo que asegura aún más, si cabe, la oferta, sin olvidar por supuesto, supuesto, sus espectaculares paellas. Y todo ello bien comandado y dirigido por el buen trabajo de Josep Alsina en los fogones, y de Montse Riera en el trabajo de sala.
Para ir abriendo boca, un refrescante y sabrosísimo tartar de aguacate y salmón. Si existe un matrimonio perfecto en la gastronomía sólido e indisoluble, son sin duda estos dos ingredientes. Sin estridencias y sin florituras, su simple combinación consiguen que el plato quede redondo, nunca mejor dicho.
El siguiente entrante era de obligada ingesta: gamba mediana D.O. Palamós a la plancha. Algo tan sencillo, pero al mismo tiempo complicado, puesto que esta gamba sólo existe en Palamós, lo que limita muy mucho el poder degustarlas. Por un lado, triste, debido a la dificultar de volver a saborear dicho manjar, y por otro, enormemente feliz por poder vivir y compartir con vosotros este éxtasis gastronómico. Felicidad inmensa.
Y como plato estrella, la tan esperada paella. En concreto, arroz seco de pescado y marisco. El sabor y la calidad del arroz, insuperables. Todo ello bien acompañado con un marisco exquisito, (materia prima y buen hacer les sobra). En definitiva, un arroz que se alza en el medallero de esta disciplina. Gracias por tanto arte.
Para terminar, postres caseros y refrescantes. Primero, un sorbete de mandarina, que al saborearlo uno cerraba los ojos y sentía que una mandarina a una temperatura heladora, sin necesidad de pelarla, se deslizaba entre sus labios. Bravo.
Y como segundo postre, casero también, requesón con nueces y miel. Dulces digestivos ambos dos, con el fin de que los granos de arroz tomaran las posiciones idóneas, para atravesar el largo camino digestivo. Misión cumplida.
Queridos lectores, todo se resume en muy pocas palabras: la mejor gamba. La Salinera.
Pello F
.
01 Agosto 2024
8,0